El Ministerio de Relaciones Exteriores atraviesa una fase de cambios en su personal, desde la parte administrativa hasta cargos diplomáticos, informó ayer el canciller Fernando Huanacuni.
“Se ha hecho una revisión profunda para fortalecer los aspectos importantes de nuestra labor diplomáticas, desde secretarias auxiliares, vicecónsules, cónsules, embajadores que prácticamente están preparándose para ser parte de una diplomacia competente”, afirmó la autoridad.
En ese marco, informó que se está completando un segundo grupo, que es parte del reordenamiento de los lineamientos diplomáticos y compromisos que tiene Bolivia en los espacios bilaterales.
DESINSTITUCIONALIZACIÓN
A fines de mayo, la opositora Unidad Nacional denunció que, de acuerdo con una lista del servicio exterior, se observa una elevada desinstitucionalización, porque de los 33 embajadores que tiene el país, 25 no pisaron la Academia Diplomática y de los 37 cónsules, 24 están en similar situación.
El jefe de bancada de ese partido, Wilson Santamaría, informó que el cuerpo diplomático boliviano está compuesto por exministros, exviceministros, exasambleístas, exconcejales, exdirigentes sindicales, exfuncionarios públicos y hasta excandidatos perdedores del MAS, sin tomar en cuenta que la representación diplomática debe poseer excelente preparación profesional para representar dignamente al país en el exterior, y no una representación política e inexperta.
Explicó que en el caso de las embajadas de las 33 legaciones, 25 están ocupadas por gente vinculada al MAS o que cumplió alguna función pública. En el caso de los consulados, de los 37 que existen, 32 están designados, 5 cargos se hallan acéfalos. Y de esos 32, 24 son exfuncionarios del MAS.
Con relación a los organismos internacionales, dijo que la situación es más complicada, porque de los 7 organismos, 5 son ocupados por gente ligada MAS. Santamaría entiende que esto refleja que se ha pisoteado el servicio exterior, a partir de la vigencia de la Ley del Servicio Exterior del Estado Plurinacional.
Aseguró que con esta ley sustituyeron los años de preparación en la Academia Diplomática, y los nuevos embajadores o cónsules salen con tres semanas de preparación, sin presenta título en provisión nacional, tampoco poseer el dominio de un idioma extranjero, dar un examen en las áreas de historia, política y cultura, respondiendo a 100 preguntas, aparte de defender algún ensayo suyo sobre diplomacia.
Lamentó que la Cancillería haya echado por la borda la carrera diplomática, para privilegiar y premiar la huida, como es el caso del embajador Juan Ramón Quintana, que “se ha escapado” a Cuba, o al excomandante de la Fuerza Aérea de Bolivia, Gonzalo Durán que, teniendo cuentas pendientes ante la justicia boliviana, fue designado por el Senado, sin consenso, como embajador en Francia.
Anunció que convocarán al canciller Fernando Huanacuni para que en la Cámara de Diputados dé explicaciones, porque no puede admitirse que se maneje de esa manera el servicio exterior boliviano.
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