Parece normal beber alcohol, pero trae consecuencias

Se trata de Nano Alegría (nombre ficticio), miembro que pertenece a la Comunidad de Alcohólicos Anónimos. Llegó al centro por voluntad propia, hasta el momento lleva 19 años sin consumir bebidas alcohólicas; y la organización celebró su 82 aniversario, siendo testigo del cambio de vida de miles de personas, quienes padecían la enfermedad del alcoholismo.

Con un matiz de emoción, Nano compartió su vida con EL DIARIO, y relató que aproximadamente por 1998, se vio envuelto en el consumo excesivo de bebidas alcohólicas, para él era una situación normal el hecho de festejar los acontecimientos sociales como su bachillerato, su graduación, la salida del cuartel, actividades con amigos, etc.

Sin embargo, con el pasar del tiempo encontró un gustó especial por el consumo del alcohol hasta crear una dependencia. Según cuenta, poco a poco sintió que su vida se fue disgregando; fue el mejor alumno en su carrera universitaria pero por culpa del alcohol no logró obtener su título profesional.

IDENTIFICAR

Nano no pudo identificar los momentos precisos que lo llevaron al consumo del alcohol, pero mencionó que en ocasiones puede que existan múltiples factores que te lleven a padecer esta enfermedad o simplemente adquirirla sin ningún motivo en especial.

Con la voz firme, orgulloso del logro obtenido, de haber superado la enfermedad, afirmó que cumplirá 20 años sin el consumo de bebidas alcohólicas, convencido de que con voluntad y esperanza se puede sobresalir de cualquier adversidad y comentó que ahora tiene la dicha de tener tres hijos y una esposa.

VIDAS

Como la vida de Nano, existen innumerables historias ejemplares y de motivación, que son la evidencia de que la Comunidad de Alcohólicos Anónimos se convirtió en un referente mundial, que con tan solo cumplir con 12 pasos de recuperación, salvaron la vida de miles de personas que podían haber tenido un desenlace lamentable.

En Bolivia, la presencia de Alcohólicos Anónimos llega a los 9 departamentos, en los cuales aglutinan al menos 26 grupos de apoyo, en cada uno de ellos se reúnen para compartir su mutua experiencia para poner en evidencia que no son los únicos que padecen esa enfermedad y que juntos pueden salir adelante.

HISTORIA

Pedro (nombre ficticio), parte de la comunidad de Alcohólicos Anónimos, cuenta que al asistir a estos centros de ayuda las personas no sólo encuentran un refugio sino hace que hallen tranquilidad al saber que no son los únicos que atraviesan por ese problema.

Lamentó que a causa del alcohol cada día se conozcan nuevos episodios violentos, los mismos que pueden desembocar en la muerte de muchas personas o traer consigo graves consecuencias.

Apuntó que la persona que consume alcohol es como un “ciego que quiere cruzar una autopista”, posiblemente no le pase nada pero tiene una gran probabilidad de que algo le podría ocurrir, en la mayoría de los casos se conocen desenlaces trágicos.

La mayoría de las veces, el alcohólico es aislado de la sociedad y hasta de su propia familia por lo tanto esa persona y la mayoría, quienes consumen este elemento, son carentes de afecto, por lo que Alcohólicos Anónimos se encarga de otorgar todo el afecto que una persona sumergida en este mal necesita.

AÑOS

Pasaron 82 años de trabajo continuo e ininterrumpido que la Comunidad de Alcohólicos Anónimos cumple, los miembros de esta organización invitan esperanzados a todas las personas que tengan la enfermedad del alcoholismo a asistir a la comunidad; los interesados pueden comunicarse al número 2-202006 y visitarlos en la Av. Illiman, Pasaje 3 de Mayo Nro. 1850, primer piso. La atención de lunes a viernes se da de 15 a 19 horas y sábados de 9 a 12 de la mañana.

Alcohólicos Anónimos nace un 10 de junio de 1935 en Estados Unidos, cuando dos personas consumían grandes cantidades de alcohol, sin embargo se encontraron para ayudarse mutuamente a dejar el vicio que tenían, los mismos que al día mantenían conversaciones y ocupaban gran parte de su tiempo en tareas para evitar el consumo.

Encontraron cierta empatía y al sentirse identificados uno al otro dejaron de consumir bebidas alcohólicos, a partir de ello la Comunidad de Alcohólicos Anónimos fue replicada en varios países, con grandes cantidades de receptores.