Nuestro artículo titulado “Copacabana: una historia que comienza en el Sur” (EL DIARIO 13.02.2017), nos abrió paso a una invitación por parte del escritor Sixto Vásquez Zuleta, iniciador del Museo Indígena Argentino (Muinar), a fin de presenciar las multitudinarias peregrinaciones de Punta Corral en honor de la Virgen de Copacabana, que le valieran el 2003 a la Quebrada de Humahuaca ser declarada Patrimonio de la Humanidad, convocando el Municipio de Tilcara para acompañar la peregrinación 64 bandas con más de 2.500 sikus y tambores, que brindaron el concierto “Virgen de Copacabana del Abra de Punta Corral”, propuesto al Guinnes como la Banda más grande del mundo.
Cada año más de 70.000 almas transitan los empinados senderos que conducen hasta el lugar donde se dice apareciera la imagen hace 182 años, a 4.200 m.s.n.m., y aunque desde la década de los 70 del siglo pasado, las procesiones en Semana Santa se dividen en las que bajan a Tumbaya el domingo de Ramos y a Tilkara el miércoles Santo, no ha disminuido la devoción en las provincias jujeñas, que van desde San Salvador, Yala, Volcán, Purmamarca, Maimara, Humahuaca, Abrapampa, Yavi, hasta la Quiaca en plena frontera con Bolivia.
Según la tradición, el primer punto argentino que topó la expedición de Almagro en tránsito a Chile (1535), fue Omaguaca (Sic.), estableciéndose en el lugar una capilla donde más adelante se levantaría el templo más antiguo de la república Argentina en honor a la Virgen de Copacabana, cuya imagen de acuerdo con el “Libro nuevo de la Cofradía de la Virgen N. S. Madre de Dios de Copacabana” (1612), es nada menos que autoría del Inca Tito Yupanqui.
Lo curioso del caso es que la devoción se inicia en la región río platense, no bajo la influencia del lejano Titikaca, sino desde una hacienda aledaña a Tarija, denominada “La Candelaria” (la Angostura), de la cual fuera propietario Pedro Ortiz de Zárate (hermano del primer Adelantado de Tarija), más adelante fundador, Alcalde y Párroco de Jujuy, y habiendo culminado su existencia en martirio, el actual obispo jujeño Daniel Fernández anunció que la causa para su canonización se halla próxima.
Se devela el primer vínculo tarijeño de Tumbaya, al enterarnos del primitivo nombre compuesto de la ciudad conocida por “San Bernardo de…”, además de que para este sitio se encargara la imagen que se quebró a su paso por Humahuaca y aunque se intentó sanarla varias veces, terminó quedándose en el lugar; lo cual de alguna manera nos recuerda lo que le sucedió en Potosí al escultor Inca, durante su primer intento para moldear la imagen. Irradiándose primero la advocación a Santiago del Estero, Salta y Catamarca, la difusión por el norte argentino se debe en gran medida al marquesado de Tojo y Yavi, de gran significado entre las nacionalidades tanto de Bolivia como Argentina.
Entre la bibliografía recopilada en el viaje, destaca: “Los sikuris y la Virgen de Copacabana del Abra de Punta Corral” de Antonio René Machaca (Buenos Aires 2011), que muestra el itinerario que seguirían las advocaciones de la Candelaria y Copacabana en Jujuy: “1540 Humahuaca/ 1593 San Salvador/ 1682 Cochinoca/ s. XVIII Sta. Catalina y Purmamarca (“Copacabana de Cocharcas”)/ 1835 Punta Corral/ 1840 Tumbaya/ 1865 Casabindo/ s XIX Tilcara y Ocloyas/ s XX Yavi/ 1916 Tabladitas/ 1924 Maimara/ y 1971 Abra de Punta Corral-Tilcara”.
Culmina nuestra visita al Norte argentino en la 8va. de Semana Santa, cuando el sábado 22 de mayo baja de los cerros próximos a Humahuaca una tercera imagen: la de Cuchillaco, para ser honrada todo el siguiente día en el lugar, develando de esta manera, sin proponérselo siquiera, el culto a una misteriosa Trinidad mariana…
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |