La profunda división de la Organización de los Estados Americanos (OEA) sobre la crisis venezolana impidió ayer de nuevo que se aprobara una declaración en la reunión de cancilleres celebrada en Cancún (México).
El esperado encuentro, previo a la 47 Asamblea General de la OEA, terminó suspendido hasta una fecha por determinar, luego de que ninguna de las dos propuestas presentadas alcanzara los 23 votos necesarios después de tres horas de sesión y una de receso.
Los países impulsores de la reunión, liderados por México, anunciaron a su inicio que habían logrado los apoyos para sacar adelante un texto que pedía al Gobierno venezolano la “reconsideración de la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente como está actualmente concebida”.
De momento, ante la falta de acuerdo, once países del grupo de los 14 emitieron una dura declaración de prensa reiterando sus demandas de cancelar la Constituyente, liberar a los políticos presos y fijar calendario electoral.