Es bien sabido que el rubro de la construcción, es uno de los sectores productivos más dinámicos del país, provocando la gran demanda de ladrillos artesanal y semi-industrial, pero que no abastecen a las exigencias del mercado. Es cierto que los últimos años se invierte bastante en la construcción de viviendas y de condominios horizontales y verticales, aunque este año comenzó a bajar la misma e incluso la compra y venta de bienes inmuebles.
Según los constructores, las fábricas de ladrillo de seis huecos no pueden abastecer la alta demanda que genera el sector, pese a que las fábricas de Santa Cruz, Cochabamba y La Paz, trabajan al límite de su capacidad instalada y en algunos casos se han visto superadas por la alta demanda del mercado nacional y de los países vecinos, ya que algunas ladrilleras clandestinas que no facturan dirigen toda su producción al sur del Perú, trasladando el material en camiones por el Desaguadero, lo que en cierta forma provoca el desabastecimiento en el mercado de la construcción nacional.
Mucho se habló sobre las fábricas de ladrillos, que efectivamente están extendidas por las distintas regiones del país, sin embargo la mayoría trabaja, bien de manera familiar o paga a sus obreros a destajo, pero no pagan impuestos, lo que implica que no facturan su producción como otras que son legales.
Estas fábricas, sin la que se dedican a producir en base a una sobreexplotación de la arcilla, en los mismos lugares donde se encuentran este tipo de tierra, materia prima del ladrillo, pero el proceso está siendo cuestionado por años, ya que la cocción artesanal del ladrillo y estuco contamina las ciudades, polución que afecta directamente al ciudadano como en el caso de Cochabamba y Oruro, que son los más alarmantes a la fecha, sin embargo en el mismo camino van Santa Cruz, La Paz, Sucre, Beni y en menor grado Potosí y Pando. Efectivamente la mayores construcciones están en las ciudades, sin embargo, en los últimos años se incidió demasiado en poblaciones intermedias entre ciudades como Montero en Santa Cruz, Quillacollo en Cochabamba, Patacamaya en La Paz, con un requerimiento poco usual del ladrillo artesanal, como evidencia son las construcciones que uno puede apreciar a los costados de las carreteras del país.
ASPECTOS POLÍTICO LEGALES
La producción de ladrillos artesanales, es uno de los rubros más contaminantes, y causante de los gases de efecto invernadero, en este sentido urge la necesidad de reglamentación de procesos productivos y emisión de gases, en relación al sector ladrillero artesanal, en varios Municipios se necesita reglamentar a través de ordenanzas municipales la aplicación de la Ley 3405 de explotación de Áridos y la Ley 1333 de Medio Ambiente, para su adecuado cumplimiento.
Se puede afirmar que la mayoría de los productores de ladrillo artesanal no tienen conocimiento preciso sobre la normativa y las regulaciones ambientales respecto al aprovechamiento de arcilla y la emisión de gases, además:
-Es importante promover la homologación del Plan Municipal de Ordenamiento Territorial (PMOT) y el Plan de Uso de Suelo (PLUS), en especial en los Municipios donde existe explotación de áridos, vinculado a lo anterior, definición del uso de suelo a mediano y largo plazo en las zonas periurbanas. Conforme al crecimiento de la mancha urbana, las zonas de producción de ladrillo artesanal se ven desplazadas a regiones más alejadas, dificultando su acceso a fuentes de energía limpia (Gas Natural) y otros servicios/insumos.
-En la buena parte de las regiones productoras no se ha consolidado –definitivamente- el derecho propietario en favor del productor, sobre todo en los lugares donde los productores de ladrillos artesanales explotan los yacimientos en el mismo predio donde producen los ladrillos.
ASPECTOS ECONÓMICOS
-Si bien se ha incrementado considerablemente el número de construcciones de todo tipo en las diferentes regiones del país, la demanda por el ladrillo artesanal parece no haberse incrementado en la misma proporción, siendo que algunas fábricas con tecnología vienen cubriendo esos requerimientos.
-La variabilidad en los precios de venta de ladrillo gambote y la ausencia de políticas para la fijación de precios entre las organizaciones permite que los intermediarios distorsionen el mercado.
-El limitado desarrollado de servicios de apoyo a la producción no ha permitido que los productores de ladrillo artesanal opten por prácticas más eficientes.
-Los productores no cuentan con canales de distribución y comercialización ni servicios de logística y transporte que les permita optimizar sus tiempos y obtener mejores márgenes de ganancia.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Mientras los productores de tecnología básica e intermedia se enfocan exclusivamente en la producción de ladrillo gambote o tubular, los productores de tecnología semi-industrial tienen la capacidad de ofertar esos mismos productos, pero se dedican principalmente a la producción de ladrillos de seis huecos (95% de su producción).
En ese marco, el documento de Swisscontact, detectaó que la relación con las instituciones públicas y otras entidades de apoyo es muy limitada y la ausencia de políticas públicas y de otros servicios de apoyo a la producción parece haber sido uno de los factores que más ha incidido en el escaso grado de desarrollo del sector.
A pesar de esas limitaciones, en algunos departamentos los productores han desarrollado algún tipo de adecuación tecnológica que les ha permitido optimizar su proceso de producción y lograr mejoras de productividad. Sin embargo, los avances observados parecen ser aún muy limitados y, lo más preocupante, parece no existir una visión compartida entre los productores sobre el futuro del sector que ni siquiera pasó por su cabeza pagar impuestos al Estado.
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