Con la declaratoria desierta de la convocatoria eleccionaria para las altas magistraturas en el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional, las autoridades del Órgano Legislativo dieron acertadas muestras para evitar empañar este proceso; aunque al igual que otras veces es duramente criticado (con argumentos o no) por una fracción política conservadora, resistente de por sí a lo que fuere de origen oficialista.
Restan los procesos de calificación de méritos, exámenes de conocimientos y entrevistas; si bien el rol de la Universidad boliviana llegaría a ser determinante en este parte del proceso, al no tener esa atribución legal ni constitucional poco o nada harán con su derecho a voz. Sin embargo no dejan de ser interesantes los cuestionamientos que dejaron entrever sobre la condición de los postulantes.
Un elemento que llama poderosamente la atención es encontrar en esas listas a “gran parte” de los causantes de esta crisis del sistema judicial. Si bien el año 2010 se forjó una esperanza para transformar la justicia acudiendo por vez primera a las urnas para elegirlos, años después nos encontramos con lo mismo. ¿Qué cambió con esa “tanda” de jurisconsultos?, es lamentable que cual si fuere un “cambalache”, ahora pugnan por un cargo similar pero en otro curul.
Si bien en un criterio constitucional no se les puede impedir ejercer su derecho, la concepción filosófico-ética debería servirles para impedir algunas de sus acciones, con ello evitar cuando menos el reproche social. Estos indicadores deben ser tomados en cuenta por los delegados de nuestra soberanía, sea la vía que fuere (políticamente) para filtrar de manera óptima y oportuna algunas postulaciones.
Aparentemente la analogía de la crisis de nuestro fútbol aplica. ¿Cómo apostar a los mismos que poco o nada hicieron? No podemos cambiarles de camiseta y permitir que continúen en el partido. Una nueva justicia jamás se construirá con viejos actores, el fracaso de la reforma procesal penal del año 99 es la expresión más clara de esos intentos.
El autor es abogado y periodista.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |