[José Alberto Diez de Medina]

Guerra del Pacífico

Narciso Campero es Presidente


Después de los desastres de Pisagua, San Francisco, Camarones, llegó la destitución del Gral. Hilarión Daza, asumiendo la dirección de la república una junta, llamando al Gral. Narciso Campero como única persona capaz de regir los destinos del país en plena guerra, pese a sus notadas fallas en la conducción de la Quinta División.

El 4 de abril de l880 fue proclamado Presidente provisional el Gral. Narciso Campero Leyes, quien nació en Tojo, Tarija, sus primeros estudios los realizó en Tarija, y posteriormente en la Facultad de Derecho en la ciudad de Sucre.

Incorporado al regimiento 8tavo. con el grado de Sub Teniente, concurrió a la batalla de Montenegro, contra la República Argentina, que al mando de Rosas pretendía destruir la Confederación Perú Boliviana.

Muy amigo del Gral. Mariano Melgarejo y uno de sus segundos, obtuvo el nombramiento de Coronel y General de División. Después de Ingavi se retiró a Europa, donde se incorporó al Ejército francés, llegando a ser miembro de su Estado Mayor, con Santiago de Linier. Retornando al país, en 1871 fue Ministro de Guerra, y en l872 fue nombrado Ministro Plenipotenciario en Francia, Gran Bretaña e Italia.

Los grandes desaciertos de Campero fueron: La mala y desafortunada conducción de la Quinta División y la profunda amistad con Melgarejo estuvo presente en el asesinato del Gral. Manuel Isidoro Belzu.

Pese a estos antecedentes, el 19 de mayo de l880 fue nombrado Presidente Constitucional de la Republica.

En abril de 1880 fue rumbo a Tacna, teatro central de la guerra, con 1.500 efectivos, bien pertrechados y armados. Y se realizó el último y mayor combate en que participan tropas bolivianas. La batalla del Alto de La Alianza fue funesta para los ejércitos aliados. Ese fatídico día, 26 de mayo de l880, se enfrentaron 12.000 efectivos aliados, contra 19.000 hombres del ejército chileno.

La derrota significó prácticamente el retiro de las fuerzas bolivianas, quienes pese a la valentía demostrada por los Colorados de Bolivia, reconocida incluso por altos miembros del ejército chileno, no pudieron contener a las tropas chilenas. Los restos de nuestro ejército junto al Gral. Campero tuvieron que retirarse hacia nuestra cordillera.

Era realmente el fin de la guerra para Bolivia, no así para el Perú, que tuvo que sufrir la invasión dos años más, y la ocupación de su capital.

El Gral. Campero retornó de Tacna el 10 de junio, y el 19 asumió el poder organizando su gabinete. El país estaba en una situación deplorable y sentida, tuvo que sufrir calladamente la pérdida de todo su Litoral, había amargura y tristeza por la derrota. En esas condiciones, nada podía hacerse, el Gobierno de Campero fue sin duda honesto, y con muy buenas intenciones.

Se formaron dos corrientes políticas, la de Aniceto Arce, que abogaba por la paz, y la de Narciso Campero por la guerra.

Se decía, sin base histórica, que el Gral. Campero estaba formando una División de Ejército, con centro en la ciudad de Oruro, contando con 10.000 hombres, de las tres fuerzas, en caso de que nuestros vecinos chilenos intenten subir a nuestras montañas.

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