En medio de abrazos, lágrimas y alegría, tras cruzar la frontera, los nueve bolivianos, siete civiles y dos militares, que fueron detenidos en Chile en marzo y posteriormente condenados por contrabando, robo con violencia y porte ilegal de armas, fueron expulsados ayer de Chile tras permanecer 101 días en prisión.
Según las autoridades bolivianas, los hechos ocurrieron durante un operativo de combate al contrabando en territorio boliviano, aunque en el juicio no pudieron explicar por qué se apoderaron del camión y dejaron ir a los presuntos contrabandistas, que fueron quienes los denunciaron ante autoridades chilenas, según planteó la Fiscalía durante el juicio.
Horas más tarde, ante el pedido de parlamentarios de la oposición que demandan una investigación del incidente, el presidente Evo Morales dijo que no serán investigados los connacionales.