Sinaloa, epicentro de gran parte del narcotráfico mexicano y sede de uno de los principales cárteles del país, vivió una de sus noches más sangrientas. 19 personas murieron tras un fuerte enfrentamiento con policías y soldados en las inmediaciones de su ciudad más turística: Mazatlán, en la costa norte del Pacífico.
Todo comenzó a las nueve de la noche del viernes, cuando un comando armado de 17 hombres y cuatro camionetas ejecutó a dos personas en las inmediaciones de la municipalidad de Villa Unión. Los hechos alertaron a la Policía Municipal de Mazatlán, que se desplazó hasta el lugar y allí se encontró con los sicarios, que abrieron fuego dejando dos policías heridos. Ante el tamaño y virulencia del convoy llegó como apoyo la Policía Estatal y el Ejército, que se sumaron a la persecución del grupo armado durante ocho kilómetros.
A partir de ahí comenzó un largo enfrentamiento en una zona rural de Mazatlán que terminó con un desigual balance. Todas las bajas, 19, fueron presuntos delincuentes y los heridos, 5, policías municipales, según información oficial. (El País)