Raúl Rosales P.
Uno de los hechos históricos de notable importancia en la historia de Bolivia fue la revolución del 9 de abril de 1952, acontecimiento acerca del cual, sin embargo, no se conoce sus antecedentes, desarrollo y efectos inmediatos, ya que los protagonistas de ese tiempo no hicieron estudios acerca de ese episodio y tampoco dejaron escritos que permitan conocer con precisión lo que ocurrió en esa oportunidad.
Las consideraciones abstractas y nebulosas no aclaran lo ocurrido en ese acontecimiento y, por tanto, es cada vez más difícil tener conocimiento de ese episodio, acerca del cual se hace los más elogiosos comentarios o bien se lo critica duramente.
Poco se sabe sobre el origen, proceso y culminación de esa revolución. Están en el olvido los sucesos de julio de 1946, la guerra civil de 1949, el ataque armado al pueblo fronterizo de Villazón por un grupo opositor, las acciones de rebeldía de los universitarios de San Andrés, la huelga de hambre de mujeres, las elecciones de 1951 y, finalmente, las conspiraciones civiles y militares para derrocar a la Junta Militar de Gobierno que culminaron con un golpe de Estado que se convirtió en una insurrección de grandes proporciones que abrió una página de la historia de Bolivia y, según algunos historiadores, la más trascendental.
Existen, es cierto, diversas opiniones abstractas y nebulosas acerca de esa revolución, pero, en esa forma, no se puede llegar a conocer con precisión qué ocurrió en esa oportunidad y cuáles fueron los factores que siguen influyendo en el presente en el desarrollo político y económico de Bolivia. Es más, hasta sus protagonistas tuvieron poco interés en dejar sus memorias.
Ese acontecimiento de hace más de 60 años ha recibido, sin embargo, el interés de algunos historiadores, uno de los cuales acaba de publicar el libro “La Revolución del 9 de abril de 1952”, en el cual se recoge los antecedentes y desarrollo de ese suceso que empezó como un golpe de Estado y se convirtió en una insurrección popular con notables características y como efecto de una situación política revolucionaria de larga gestación y el bombardeo a la ciudad de La Paz desde El Alto por unidades castrenses que se preparaban para ocupar la ciudad y sofocar la rebelión. En especial se destaca la actuación de estudiantes de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz, a quienes el autor atribuye el origen y culminación del proceso.
El libro también trae revelaciones políticas de notable importancia que no solo tienen valor histórico, sino que sirven para obtener conclusiones, imprescindibles para el estudio, generalización y abstracción de la vida política de Bolivia y sin las cuales resulta difícil comprender algunos aspectos de la actualidad nacional. Fue publicado por Editorial Plural.
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