El primer día laborable tras el Ramadán y la fiesta islámica de Eid el Fitr se ha teñido de sangre en el corazón de Damasco. Al menos, 19 muertes se produjeron en un atentado suicida con coche bomba registrado cerca de la plaza de Tahrir de la capital siria, próxima al centro histórico.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, ONG con informadores sobre el terreno, aseguró también que otros dos vehículos cargados con explosivos fueron interceptados y destruidos tras una persecución policial en la carretera que conduce al aeropuerto.
La evacuación de poblaciones asediadas en Siria fuerza el desplazamiento de 30.000 civiles. La agencia de prensa oficial SANA había informado que “los terroristas intentaron hacer estallar tres coches bomba de forma simultánea”. Dos de ellos fueron destruidos por las fuerzas de seguridad en la carretera del aeropuerto, según la misma fuente, mientras que el conductor del tercero logró hacer detonar su carga explosiva en Bab Tuma (lugar próximo a la plaza de Tahrir).