China lanzó ayer con éxito el segundo cohete de su generación de vehículos para cargas pesadas, un Larga Marcha-5 Y2, que se empleará en un futuro próximo para importantes misiones como una sonda que traerá muestras de la Luna o la puesta en órbita de la futura estación espacial.
El cohete despegó sin problemas el domingo, poco después de las 19.00 hora local (11.00 GMT) desde el centro espacial de Wenchang (en la isla de Hainan) llevando un satélite de comunicaciones Shijian-18.
Esta nueva familia de vehículos puede portar hasta 25 toneladas de carga a órbitas bajas y 14 toneladas a órbitas geoestacionarias, aproximadamente, el doble que los actuales cohetes chinos más capaces.
La Administración Espacial de China ha programado ocho lanzamientos con esta familia de cohetes en los próximos años, incluyendo importantes misiones a la Luna y Marte, así como la puesta en órbita de la estación espacial china.