La fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega, la funcionaria chavista de mayor rango que se rebeló contra el presidente Nicolás Maduro, rechazó comparecer ayer ante la máxima corte de justicia y se hallaba a las puertas de su destitución.
“No acudí, no voy a convalidar un circo que teñirá nuestra historia con vergüenza y dolor, y cuya decisión está cantada”, declaró Ortega ante la prensa en el Ministerio Público, mientras la audiencia comenzaba en la corte.
La arremetida del Gobierno contra Ortega caldeó aún más la crisis política e institucional del país, sumido en el colapso económico y desde hace tres meses en una ola de protestas, que dejan 90 muertos.