Amenazas contra el Presidente

Me encontraba contento, pues la vida para mí seguía transcurriendo feliz, sin mayores complicaciones y lejano de cualquier brote terrorista, cuando fui interrumpido por la presencia repentina de mi corresponsal en el Palacio Real de la plaza Murillo, quien demudada me comunicó que a través de las redes sociales el Presidente Vitalicio había sido amenazado de muerte.

Pregunté a la cholita periodista si esa noticia se la había comunicado directamente el mandatario o era otra maniobra del talento del sus colaboradores más próximos. Respondiéndome ella que la información acerca de las amenazas provenía directamente del Presidente, asegurándome que no hubo intermediario alguno.

Al ver que la cholita cochabambina nacida en Quillacollo templaba de miedo sólo al pensar en las consecuencias de un magnicidio, quise tranquilizarla, diciéndole que yo confiaba plenamente en el sistema de seguridad que protege al primer mandatario, pues estoy convencido de que una barrera humana formada por los llunkus, las Bartolinas, el Conalcam, los cocaleros del Chapare, la Central Obrera sumada a la red de cooperativas mineras jamás permitirían que un criminal cumpliese sus perversos designios, sin embargo creo pese a todo deberíamos solicitar mayor seguridad para el presidente Evo.

Entre las medidas protectoras se nos ocurrió que alguien sugiera al mandatario evitar encuentros futbolísticos, pues éstos podrían representar un verdadero peligro para la integridad física del No. 10 boliviano. También debería alejarse del elemento femenino que lo rodea en permanentes viajes y concentraciones, pues todos los grandes hombres cayeron ante el embrujo de una mujer y en este caso es de suponer que muchísimas compañeras (léxico utilizado por el MAS), ansían escribir otro capítulo de amor, recordando a la famosa Gabriela Zapata.

Otro aspecto que se debería controlar es el referido a los ajthapis servidos por las comunidades indígenas cada vez que el Presidente las visita, nombrando para ello “un probador oficial”, que debe ser escogido entre los miembros de su gabinete, pues no todo van a ser satisfacciones en el goce del poder, sino que deben correr cierto riesgo y deben comprometer su lealtad ante su Jefe.

Tranquila quedó Macha con nuestras sugerencias para cuidar la vida de Evo, quien aún mantiene seguidores después de gobernar once años y algo más.