Peatones o vehículos ¿quién tiene prioridad?

A diario vemos cómo vehículos y peatones circulan en medio de avenidas y calles congestionadas y caóticas, que por cierto ya no son acordes a nuestra época, pero aun así existen prioridades que se debe respetar.

En nuestro medio los peatones han pasado a un segundo plano, a pesar de que la Ley de Tránsito en su Capítulo IX Normas de circulación para los peatones, artículo 76 (Reglas de circulación) inc. b) establece que: “Para pasar de una acera a otra, lo hará obligatoriamente por las franjas de seguridad o por los lugares autorizados” concordante con el inc. d) “Tiene preferencia de paso en las calles donde no hay autoridad de tránsito ni señales, debiendo los conductores reducir la velocidad o detener el vehículo”. Lamentablemente este párrafo queda en una situación lírica, ya que a diario se observa a los peatones como usuarios de segunda clase, evadiendo a los vehículos cuando están cruzando por pasos peatonales. Pero tenemos este escenario tan internalizado, que lo vemos como algo tan natural, que no nos damos cuenta de que esa situación no es la correcta.

En nuestro país en especial los peatones son usuarios de segunda, pues deben detenerse para dar la prioridad a los vehículos y no al revés, como lo establecen las normas de seguridad vial y tránsito en todo el mundo. Llegamos a tal extremo, que algunas veces cuando un conductor quiere dar la prioridad a un peatón, éste, desconfiado, se niega a pasar, mientras el conductor responsable debe soportar las protestas de los conductores que vienen por detrás. ¡Es algo ilógico, pero cierto!

Avancemos hacia un nuevo paradigma, por lo que es necesario cambiar nuestra mentalidad respecto a la importancia que le damos al caminar, como forma o medio de transporte, al que hoy no lo consideramos como tal. Para muchas autoridades municipales el incremento en el número de vehículos significa que existe un mejor nivel de vida, progreso social e individual y concentran sus esfuerzos en buscar a conductores que estacionan sus vehículos en lugares prohibidos, imponiendo multas exorbitantes y económicamente irracionales, cuando en realidad los peatones también necesitan atención y seguridad en sus desplazamientos.

Las autoridades municipales se han encargado de diseñar vías de circulación urbana pensando en los vehículos, pero ¿qué hay de los peatones?, ellos también necesitan seguridad, se debe mejorar la infraestructura para ellos.

Ha llegado la hora en que las autoridades municipales empiecen a entender y aplicar el actual paradigma de la movilidad, con un papel trascendente y fundamental para los transeúntes. Para empezar, todos debemos dar un primer paso elemental de cambio y evolución: dar prioridad a los peatones.

A continuación, describo algunos aspectos fundamentales que se debe tomar en cuenta para cambiar nuestro paradigma actual:

1.- Un principio fundamental para aumentar la seguridad vial de los peatones, es precisamente mantenerlos alejados lo más que se pueda del tránsito de vehículos, disminuyendo al máximo la probabilidad de encuentro entre ambos, que en nuestro medio se da a cada instante.

2.- Mantener en buen estado y limpias las aceras, es otro componente esencial.

3.- Diseñar e implementar estacionamientos públicos para evitar que los vehículos estacionen o recojan carga sobre las aceras, así como liberar a éstas de todo tipo de obstáculos, como kioscos, comerciantes, mesas de restaurantes, contenedores de basura, postes innecesarios, etc.

4.- Las vías deben ser seguras para el desplazamiento personal, así como bien iluminadas, en su defecto los peatones evitarán circular por esos trayectos donde podrán ser víctimas de asaltos o cualquier tipo de violencia delictiva.

5.- Embellecer el entorno vial, incorporar árboles y plantas, así como la instalación de bancas, contribuirán a la atracción del trayecto peatonal, dando paso a la prioridad de la vida y la salud de todos.

Es necesario encontrar un equilibrio entre las prioridades de circulación de peatones y vehículos.

“Unidos por una cultura de seguridad vial”

El autor es docente UNIPOL.

borismen55@gmail.com