Adrián Mac Liman
La cumbre de la Unión Europea dedicada a la salida del Reino Unido de la Unión (Brexit), celebrada la pasada semana en Bruselas, finalizó con más interrogantes que respuestas. En efecto, todos y cada uno de los 27 Estados miembros defendieron su respectiva postura, sus intereses, haciendo hincapié en una común prioridad: el estatuto de los ciudadanos comunitarios residentes en las islas británicas. Un frente común, que preocupa a los políticos londinenses, conscientes del escaso margen de maniobra de la Primera Ministra Theresa May, derrotada en las últimas elecciones celebradas en Gran Bretaña.
Aseguran los líderes europeos que la Primera Ministra británica no está en condiciones de dedicar mucho tiempo a las negociaciones con los 27. La debilidad de su Gobierno le obligará a ceder ante las exigencias comunitarias.
Brexit: ¿quién gana? ¿Quién pierde?
Para contestar a esas preguntas, hemos decidido ofrecer a continuación un rápido repaso a las posiciones de los socios comunitarios.
Alemania. Cree que los ingleses tendrán que contentarse con “menos”. Es preciso alcanzar un acuerdo global, descartando las negociaciones bilaterales en los sectores de la fabricación de coches, la banca y/o la industria.
Austria. Los británicos no deben recibir “comidas gratis” durante la negociación. En resumidas cuentas, que no salgan aventajados tras la salida de la Unión Europea.
Bélgica. Aboga por el mantenimiento de relaciones estrechas con Londres. Asimismo, advierte ante el peligro que suponen las negociaciones bilaterales. No hay que ceder ante la tentación de celebrar consultas bilaterales. Promueve la introducción de niveles de integración mayor, incluso de una Unión a varias velocidades, con tal de reducir las posibles perturbaciones en el comercio con Gran Bretaña.
Bulgaria. Mantener las ayudas comunitarias tras la salida de los ingleses.
Croacia. Garantizar la libertad de movimiento de sus ciudadanos residentes en Gran Bretaña. Insiste en que no se conceda acceso al mercado único si Londres no respeta las libertades fundamentales de la UE.
Chipre. Preservar los derechos de sus ciudadanos que viven y trabajan en las bases militares británicas que operan en la isla, que mantendrán la soberanía inglesa.
Chequia. Partidaria de mantener las relaciones económicas actuales y oponerse a la introducción de obstáculos arancelarios y no arancelarios.
Dinamarca. Proteger el estatuto de sus exportaciones agrícolas y energéticas hacia el Reino Unido, los derechos de pesca en aguas inglesas y la retirada de Londres de la Agencia Europea para Medicamentos.
Eslovaquia. Evitar la aparición de “ciudadanos de segunda” en el Reino Unido.
Eslovenia. Que la retirada no tenga impacto negativo sobre el presupuesto de la Unión.
España. Defender los derechos de los españoles residentes en Gran Bretaña, el mantenimiento de los flujos comerciales, turísticos e inversiones. Negociar la soberanía de Gibraltar.
Estonia. Mantener buenas y estrechas relaciones con Londres. Buscar nuevas vías de cooperación (inclusive en materia de defensa) después de la retirada británica.
Finlandia. Prioridad absoluta a la adopción de una postura unitaria de los 27 durante el periodo de negociación. Preservar el equilibrio de fuerzas tras la retirada del Reino Unido.
Francia. Los británicos no tienen que esperar favores tras la retirada. Garantizar los derechos de los ciudadanos franceses residentes en Gran Bretaña y los derechos de pesca.
Grecia. Principal preocupación: la exportación de sus productos agrícolas. Mantenimiento de los derechos de los ciudadanos griegos -empleados y estudiantes- seguridad social, tasas universitarias, etc.
Hungría. Mantener, en la medida de lo posible, los niveles de los intercambios comerciales. Estudiar un posible estatuto privilegiado para los intercambios.
Irlanda. Aboga en pro de unas relaciones estrechas con Inglaterra, de fronteras abiertas entre Eire e Irlanda del Norte. Favorecer el acceso del Reino Unido al mercado único. Insiste en la necesidad de que Londres facilite la libre circulación de los ciudadanos europeos.
Italia. Defiende los derechos de los ciudadanos italianos residentes en el Reino Unido.
Letonia. Hace hincapié en los derechos de sus residentes en el Reino Unido, la seguridad y la defensa. Quiere que Inglaterra siga participando, después del Brexit, en la política europea de seguridad.
Lituania. Prioridad a los derechos de sus ciudadanos, el mantenimiento de las relaciones comerciales, la contribución inglesa a los programas que seguirán después del Brexit.
Luxemburgo. Mantener y estrechar los lazos con la City de Londres. Acoger la Autoridad Bancaria Europea.
Malta. Desea un acuerdo “bueno y correcto”.
Países Bajos. Proteger los intereses comerciales y las acciones de seguridad. Limitar los daños para las partes.
Polonia. Defiende los derechos del millón de residentes en Gran Bretaña. Siendo Polonia uno de los mayores beneficiarios de los fondos de desarrollo, estima necesario impedir la reducción de éstos tras la retirada del Reino Unido.
Portugal. Prioridad a los derechos de sus ciudadanos, deseo de convertirse en la sede de la Agencia Europea del Medicamento.
Rumania. Defiende los derechos de sus residentes. Exige una colaboración estrecha con Londres
Suecia. Cree que la retirada inglesa no debería implicar un aumento del presupuesto de los 27.
El autor es analista político.
Twitter: @AdrianMacLiman
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