Alza en tarifas de energía eléctrica afectará a la población del país

Las autoridades de electricidad tratan de convencer a la población de que el alza es solo de nueve centavos de dólar por kilovatio hora y que en el Brasil llega a 16 centavos de dólar, sin considerar que el salario mínimo nacional en Bolivia es de 287 dólares. Insisten las autoridades de electricidad con que el aumento llega a solo 3%, que para el gobierno es el más bajo, en comparación con tarifas de otros países. Finalmente se afirma que el aumento tendrá una compensación, que sería la inversión de 7.700 millones de bolivianos de la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) en varios proyectos.

El sector minero será el más afectado, por el funcionamiento de ingenios mineros con aparatos para la extracción de minerales. En conjunto constituye un costo grande por uso de electricidad en la minería nacionalizada. Es lógico que el aumento de las tarifas de energía eléctrica afecte en gran medida a la producción minera porque se tiene que compensar la mencionada elevación.

En cuanto a las empresas del sector industrial, un aumento del 4% en el costo de la energía eléctrica ocasionará el aumento de precios de los productos producidos en fábricas, ni qué decir en el sector farmacéutico, porque los laboratorios funcionan con energía eléctrica.

Aunque las autoridades aseguran que el aumento es mínimo, la preocupación es grande en industrias y fábricas, porque ya se tiene una carga pesada con el decreto gubernamental de aumento salarial con retroactividad a enero de 2017. La explicación de las autoridades de energía eléctrica de que el aumento es pequeño y no se sentirá en la economía del pueblo no refleja la realidad, pues la mayoría de la población, en especial los sectores pobres, que apenas logran su sustento diario han expresado su rechazo a dicha medida.

Así lo hacen saber los habitantes de la ciudad de El Alto de La Paz por medio de sus juntas vecinales, manifestando que para ellos hasta una elevación de un boliviano en los precios tiene grande repercusión en su presupuesto familiar. Por ello han amenazado con reaccionar los sectores populares.

Lo cierto es que Bolivia está atravesando una crisis económica que se agudiza cada día, porque no se ha tomado medidas económicas de precaución y estrategia. También hay anuncios de la subida de precios del pan y la carne, junto con el despido de trabajadores de instituciones como YPFB, existiendo desempleo, quedando sin fuentes de empleo miles de trabajadores.

La época de las vacas gordas fue pasajera, ahora vienen los problemas económicos que juntamente con la corrupción que prolifera en todo nivel, generarían una crisis económica de dimensiones alarmantes.

El autor es Profesor Emérito y ex-autoridad de la UMSA.