Con riesgo de recibir insultos, amenazas y tal vez anuncios de juicios, cumpliendo con un deber de conciencia, debo manifestar lo siguiente:
1.- El incremento de la producción de coca está trayendo consigo el surgimiento de capitalistas del narcotráfico.
2.- Se expanden grupos formados por productores de coca, elaboradores de cocaína y comercializadores de la droga.
3.- Al negocio de la cocaína, sin principios ni moral, no le importan formas ni condiciones.
3.- Estudios clínicos han establecido que la coca masticada y mezclada con bebidas alcohólicas incentiva el deseo sexual desmedido, así como distorsiones mentales.
¿Será que el aumento del consumo de coca junto con bebidas alcohólicas conlleva al incremento de violaciones a mujeres, niñas, etc.?
Algunos de quienes se dedican a elaborar cocaína hacen que las esposas vendan droga y si ellas no abastecen para esa labor utilizan a sus hijos, aunque con el tiempo se hagan adictos a la droga. Y mientras subsistan condiciones de extrema pobreza en el país, haya carencia de empleo debidamente remunerado, continuará el éxodo de personas a cultivos de coca y producción de droga, aunque lo hagan involuntariamente, porque “el hambre no espera, desespera”.
Familias íntegras se dedican a estas tareas, así he podido observar y recoger opiniones en el trópico cochabambino y regiones del oriente boliviano.
Puedo asegurar que los cultivos de coca, la elaboración de cocaína y su comercialización de diferentes formas se han expandido en varias regiones del país.
Considero que el gobierno a través de las respectivas instancias debe analizar el tema y adoptar medidas conducentes a evitar la expansión de cultivos de coca, y más bien crear centros de producción de cereales, frutas y fomentar labores alternativas en el área rural.
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