Una barrera militar impidió ayer el ingreso de la prensa y de diputados a la sede de la Asamblea Nacional venezolana, por lo que la directiva del Legislativo suspendió la sesión, que tenía en agenda discutir la protección del edificio.
La situación, atribuida a una orden del jefe del comando de la Guardia Nacional (policía militarizada) encargada de la seguridad del palacio, se produjo casi una semana después de que el 5 de julio pasado, un grupo de simpatizantes del Gobierno asaltó la Asamblea y dejó cinco diputados heridos.
Desde hace un tiempo, a las sesiones solamente asiste la mayoritaria bancada opositora, mientras que el oficialismo insiste en que la Asamblea está en desacato a varias sentencias del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y que, por tanto, sus decisiones son nulas.