Plaza Murillo abandonada y convertida en mercado

La plaza Murillo, de tanta historia colonial y republicana, porque fue escenario de acontecimientos políticos y sociales conocida como la plaza principal de la sede de Gobierno, al presente se ha constituido en centro de atracción turística internacional y nacional de la séptima Ciudad Maravilla del mundo, como fue declarada La Paz, está descuidada por las autoridades y ocupada por vendedores denominados gremialistas.

La plaza del centro político del país la convirtieron en mercado, siguiendo la ruta de “k’atus” y “chihuiñas” de la calle Comercio. En las aceras de la Plaza y de calles adyacentes de la misma ofrecen desde ropa y artefactos domésticos, comida y un sinfín de mercaderías, además de maíz para palomas.

La histórica Plaza Murillo es testigo de actos protocolares y diplomáticos, los que debido al ambiente poco respetuosa con la historia, los actos protocolares que se realizan actualmente se ven empañados.

En plaza más importante de la sede de Gobierno se ven desde bolsas plásticas, envolturas de helados, dulces, restos de comida, coca masticada, cáscaras de frutas y galletas, mientras turistas extranjeros y nacionales sacan fotos de los vendedores, a pesar de existir disposiciones que prohíben los asentamientos de gremiales en determinadas áreas de la ciudad.

Los vendedores de maíz, arguyendo que pagan patente o permisos ediles, fomentan la proliferación descontrolada de palomas, muy cerca de convertirse en plaga que daña el histórico monumento erigido en memoria del prócer Pedro Domingo Murillo.

Este espacio del centro paceño muestra una casa colonial ubicada en la esquina de la calle Ballivián, contigua al Palacio Legislativo, de la que una parte se derrumbó ya y sus escombros y basura quedaron a la vista de propios y extraños, dando un lamentable aspecto al sitio histórico de mayor importancia en la sede de gobierno.

Acompañan a este descuido casas con fachadas decoloradas pintarrajeadas, el Reloj del Legislativo funciona al revés, ocasionando sorpresa ante la mirada de los visitantes.

En concreto, la plaza Murillo está abandonada, cuando debía ser el lugar de mayor lucimiento en La Paz, por el carácter histórico que tiene, así como por albergar en sus espacios al Palacio de Gobierno y al edificio del Órgano Legislativo del país. (ND)