Tarima para espectáculo pone en peligro seguridad de peatones

Al inicio de la semana, concluidos los festejos por el 16 de Julio, una empresa de espectáculos procedió a instalar una “mega tarima” en el final del pasaje peatonal Marina Núñez del Prado, en pleno centro paceño perjudicando la libre circulación y poniendo en riesgo la seguridad de los peatones.

Se trata de la empresa de espectáculos “Pucho Helps” (arriba las manos por su traducción al castellano), que organiza una fiesta electrónica para este viernes y sábado, que congregará a muchos “disc jokeys” (jóvenes que mesclan música).

A tres días del espectáculo, la empresa “Yes Producciones”, ya comenzó a instala la tarima de 12 metros de largo, perjudicando la libre circulación de los peatones y poniendo en riesgo su integridad física, debido a que no existen cordones de seguridad o señalética que advierta sobre el peligro de circular por ese sector.

Empleados de la empresa “Yes Producciones”, aseguraron tener el permiso correspondiente de la Alcaldía de La Paz, para realizar el espectáculo.

La tarima está conformada por una plataforma de espectáculos, además de gigantescas estructuras metálicas donde se instalarán los parlantes y 120 metros cuadrados de pantallas de circuito cerrado.

Según los organizadores, el espacio donde se instala la tarima y donde se realizará el show de música electrónica congregará a por lo menos 3.000 personas los dos días. Empero, durante un recorrido que hizo EL DIARIO, evidenció lo reducido del lugar, mucho más cuando en inmediaciones del mismo pasaje Marina Núñez del Prado, se encuentra instalada la carpa de un circo, por lo que el lugar se volvió intransitable.

FALTA DE LUMINARIAS

La falta de iluminación impide a los peatones percatarse de la presencia de las estructuras metálicas poniendo en peligro su integridad física, toda vez que pueden golpearse la cabeza o tropezar con los fierros y caer o peor aún pisar uno de los cables de alta tensión que se encuentran en el piso, lo que sería una tragedia.

A ello se suma la falta de luminarias en el Pasaje Núñez del Prado, que se encuentra sumida en las penumbras, pero que a pesar de esa situación muchos jóvenes y señoritas se reúnen en el lugar para practicar danzas folklóricas ajenas al peligro y la inseguridad que provoca la obscuridad del lugar que es aprovechada por los delincuentes para cometer sus robos.