El arte de entrevistar

En mi carrera de periodista entrevisté a diferentes personas… pero los roles se invirtieron y (actualmente) muchas veces me toca ser el entrevistado y tengo el gusto de “dialogar” apropiadamente con buenos comunicadores. Sin embargo, también me topo (de vez en cuando) con personas escasamente preparadas para conversar.

Gracias a esta experiencia, elaboré una tipología de entrevistadores. No es una conjetura ortodoxa (por supuesto), es más una percepción subjetiva… pero la comparto con ustedes. Aquí van mis impresiones.

El ególatra… es aquel entrevistador que más que dar la palabra, se la queda mucho tiempo tratando de demostrar que sabe más que el entrevistado. A menudo se enreda en sus propias palabras y le echa la culpa al entrevistado.

El distraído… minutos antes de la entrevista te pregunta tu nombre (si no te conoce) y en el momento de presentarte te cambia el nombre.

El enredado… es aquel que no sabe de qué diablos trata la entrevista, antes de salir al aire te hace un par de preguntas para ubicarse, pero cuando empieza la charla… parece más perdido que el Papa en una reunión de Mujeres Creando.

El indiferente… no escucha tus respuestas porque está concentrado en la próxima pregunta. Acabas de decirle (por poner un ejemplo) las fechas de un evento y en seguida te pregunta: ¿cuándo se va a realizar el evento?

El chistoso… a cada respuesta del entrevistado le saca una vuelta para hacer sonreír a la audiencia, es inofensivo. Sólo hay que temerle cuando se pone serio porque significa que está empezando a pensar.

Podría seguir, pero no lo haré… porque (de lo contrario) mañana nadie querrá entrevistarme.

(*) Director ejecutivo de Xperticia. Empresa de Capacitación y Asesoramiento en Comunicación.

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