Los hechos criminales cometidos por delincuentes que recientemente asaltaron una joyería y mataron a personas e hirieron a varias, se agregan a los muchos delitos que son efectuados a diario en el país. Son varias las informaciones que dan cuenta sobre asesinatos a mujeres, hombres y niños, violaciones a menores, robos y asaltos, secuestros y maltrato a ancianos, abusos de loteadores que se apoderan de bienes inmuebles y terrenos.
Lo ocurrido en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra ha conmovido a toda la comunidad porque los asaltantes han matado a la gerente de la joyería, a un teniente de la policía y herido a otras personas entre los rehenes que tomaron, actuaron con saña y seguros de salir airosos de su cometido criminal; pero, contrariamente a lo que ocurre casi normalmente, la policía intervino exitosamente y cumplió con sus deberes de contener la insanía de los criminales e impidió que éstos cometan más crímenes entre los rehenes y personas que cercaron el lugar.
La delincuencia avanza peligrosamente en todo el territorio nacional y la mayoría de estos casos radica en el hecho de que criminales avezados que caen en poder de la policía y luego en los tribunales, resultan impunes por la acción nada legal ni moral de jueces que los ponen en libertad a las pocas horas de haber sido apresados. Un caso que es patético trata de un reo que habiendo estado preso en la cárcel, por nuevos delitos cometidos fue apresado por la policía y puesto a disposición del juez respectivo, con las pruebas consiguientes, siendo “sentenciado” a arresto domiciliario y resulta que uno de los asesinos en la joyería es justamente el criminal puesto en arresto domiciliario por el juez.
Todos los casos en que los jueces y fiscales actúan con absoluta lenidad e irresponsabilidad muestran hasta qué punto ha descendido la administración de justicia y son magistrados encargados de una transparente, honesta y responsable administración de justicia los que se convierten, seguramente por causa de la corrupción, en cómplices de la criminalidad, dando lugar a que no haya tranquilidad ni seguridad en ninguna parte porque ladrones, criminales, violadores, secuestradores y corruptos de toda laya están predispuestos a poner en peligro a la colectividad que se encuentra indefensa.
La actuación de la policía ha sido eficaz y plausible en Santa Cruz y es muestra de que esta institución del orden podría actuar en toda situación que implica atentado al bien común; lamentablemente, no ocurre siempre que la entidad policial actúe con la eficiencia, eficacia, rapidez y efectividad porque todo muestra que existe una dependencia político-partidista que no la deja actuar dentro de los parámetros que señalan las leyes. El gobierno tendría que disponer el refuerzo de los cuadros policiales y evitar que la institución se politice, actúe con la mayor imparcialidad y solo velando por la seguridad y tranquilidad de la población.
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