La Paz y Oruro discuten origen del “helado de canela”

Los vendedores de la Asociación de Comerciantes Minoristas de Helados de Canela aseguran que esta delicia es originaria de la ciudad de La Paz, por efectos de la migración fue llevada a otros departamentos donde con mucho éxito también se saborea este postre.

La plaza Tomas Katari, conocida como la Plaza del Helado, ubicada frente al Cementerio General de La Paz, concentra a los vendedores de los helados artesanales organizados en la Asociación de Comerciantes Minoristas de Helados de Canela, quienes aseguran que esta delicia tiene más de un siglo de vida y requeridos al igual que décadas pasadas.

Actualmente, su atención está a cargo de la quinta o sexta generación de familiares que se dedican a este rubro.

La vendedora de helados artesanales de canela Rosa Gutiérrez, perteneciente a la Asociación de vendedores de este producto criollo, comenta a EL DIARIO que en sus inicios estos helados eran fabricados con hielo traído de la Cumbre, camino a Yungas, o del Chacaltaya mezclados con sal, y se vendía en el mismo lugar donde actualmente están instalados, debido a su característica artesanal porque era un producto destinado a un sector social menos pudiente.

Patrimonio

departamental

Ante las declaraciones emitidas por el presidente de la comisión de Asuntos Legales del Concejo Municipal de Oruro, José Rojas, en sentido de enviar documentación legal a la sede de Gobierno para hacer conocer que este helado es patrimonio de Oruro, la Asociación de Comerciantes de Helados de Canela niega esa versión, indican que ya se vendía el helado de canela inclusive antes de que la plaza Tomás Katari sea destinada para este rubro.

Asimismo, recuerdan que la Asociación de Comerciantes Minoristas de Helados de Canela fue fundada el 3 de marzo de 1963, en la actualidad tiene 52 años de vigencia y durante este tiempo ninguna otra región le ha disputado a La Paz el origen de este tradicional postre.

“Dedicarse al negocio de helados de canela es algo que va de generación en generación, por eso todos los que estamos aquí conocemos y sabemos que tiene tener por lo menos 100 años de antigüedad” comentó Gutiérrez.

En cuanto al esfuerzo que demanda esta actividad, las vendedoras de helados asentadas en la plaza Tomás Katari comentan que se levantan muy temprano para realizar más de 80 litros de este producto al día, especialmente “cuando el sol está en su punto”, que es cuando la demanda crece y hay que aprovechar para mejorar la venta de la semana, más aún en invierno.

La preparación de la delicia criolla demora aproximadamente 30 minutos, utilizando hielo, canela hervida, azúcar y demás ingredientes secretos que hacen de su sabor único al paladar de sus cientos de visitantes que se aproximan a esta plaza a degustar.

“Su preparación es sencilla y el tiempo de demora depende de la persona que nos ayude con la mezcla que puede durar de 20 hasta 40 minutos exagerado” explica la artesana de helados de canela.