Promesas de gas

El Gobierno boliviano está haciendo inverosímiles ofertas de gas natural a los países vecinos, como construir un gasoducto a Paraguay cuando las reservas de gas son el secreto mejor guardado por YPFB, aunque los expertos saben que son de 5 TCF.

Da la sensación de que se tratara de impresionar no a los países vecinos, sino a los bolivianos, para una campaña electoral tan incierta y lejana como el nivel de las reservas de gas pero que concentra toda la atención del Gobierno.

En el VII Congreso de Gas y Petróleo de YPFB surgieron esas ofertas; en realidad un “memorándum de intención” con Paraguay pero que fue anunciado como un propósito firme de construir el gasoducto, sin tomar en cuenta las dificultades que existen en este momento para cumplir con los volúmenes comprometidos a Argentina y Brasil.

"La pregunta es ¿cómo le vamos a mandar gas a Paraguay para que eso sea rentable?: por courier, porque por email no le podemos mandar, hay que construir un gasoducto y hay que pagar el costo del transporte de gas, y el gobierno nos tiene que responder si las inversiones que se tengan que realizar justifican los volúmenes que vamos a exportar y los recursos que vamos a percibir", dijo Freddy Castrillo, secretario general de energía de Tarija al comentar estos alegres anuncios.

El embajador de Brasil, Raymundo Santos, volvió a hablar sobre la necesidad de que Bolivia certifique sus reservas probadas de gas natural antes de seguir haciendo esfuerzos por vender a partir de ahora, ya sea los mismos volúmenes y nuevos.

Pero el ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, dijo en un debate en El Deber, que nadie le podía obligar a ordenar una certificación de las reservas ni siquiera el estatuto de la empresa, que dispone una certificación cada año. Lo dijo cuando debatía con el senador opositor Oscar Ortiz.

Es decir que mientras se ignora la cantidad de gas que queda en los campos en explotación, el Gobierno sigue haciendo ofertas de nuevos volúmenes a países vecinos.

El representante de Argentina dijo en ese congreso que su país quisiera comprar mayores volúmenes de gas natural. El embajador de ese país, Normando Álvarez, había dicho en abril pasado que Argentina no podría firmar documentos de compra de energía eléctrica boliviana producida en termoeléctricas, porque le parecía muy extraño que si Bolivia no puede cumplir con los compromisos de exportación de gas, pueda contar con volúmenes suficientes para operar unas termoeléctricas que todavía no se han instalado.

Un experto que trabaja para YPFB dijo que el congreso es una especie de “salón de mentiras”.