California (Estados Unidos).- El objetivo del estudio era observar a las ballenas jorobadas en su entorno natural, pero ha servido para mucho más. Un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford ha registrado un movimiento hasta ahora desconocido en estos cetáceos: usan las aletas para impulsarse en el agua y no solo para dirigir su trayectoria, como se pensaba.
Los científicos colocaron cámaras adheridas a la piel de las ballenas y cuando revisaron las grabaciones se quedaron sorprendidos al ver lo nunca visto. Los grandes mamíferos no solo utilizaban su musculosa cola para impulsarse; también usaban sus aletas de una forma similar a la utilizada por pingüinos o leones marinos.
El hallazgo del equipo de Stanford, del que forman parte Jeremy Goldbogen y Paolo Segre, ha sido publicado en la revista científica ‘Current Biology’. Es un primer paso, ya que el movimiento solo se ha podido grabar en dos ballenas, pero podría iniciar un nuevo camino que ayude a conocer mejor la anatomía de estos cetáceos. (EL PAÍS)