Pesimista futuro de YPFB

Destacados especialistas en cuestiones petroleras y mineras han destacado, con objetivos comentarios técnicos, la deficiente operabilidad de las dos más importantes empresas que funcionan con base en el capitalismo de Estado, YPFB y Comibol, que son los ejes principales de la economía del país.

En efecto, el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) confirmó que YPFB hizo grandes exportaciones de gas, aunque haciendo gastos innecesarios con las ganancias, en especial en la burocracia y exceso de personal y los incrementos de la masa salarial han puesto a esa entidad en visibles dificultades. La información concreta señala que la estatal petrolera YPFB con sus subsidiarias Chaco y Andina, Petroandina, Refinación, Transporte, Transierra, Logística y Gas Trasandino tienen personal supernumerario y tremenda burocracia. Esa cantidad pasaría de los cinco mil funcionarios, cifra verdaderamente impresionante.

Esa irregularidad en YPFB no estaría en relación con las actividades que desea una empresa estatal que obtuvo grandes ganancias. En efecto, los ingresos por exportaciones de esta entidad tuvieron el siguiente orden:

2009 2.135 millones de dólares

2013 6.681 millones de dólares

2015 4.032 millones de dólares

2016 2.194 millones de dólares

Ese crecimiento económico de YPFB benefició principalmente a una burocracia insensible y satisfecha que gana altos salarios (y aún pide nuevos aumentos), que hizo insostenible la masa salarial de la empresa.

La empresa capitalista estatal se caracterizó, por tanto, con esa irregular política por ser ineficiente, en especial en lo que se refiere a exploración y así no se descubrió algún megacampo gasífero, ni mucho menos; los campos existentes han disminuido las reservas y producción de gas, etc. De otro lado, esta entidad del Estado se caracterizó por hacer dudosas inversiones, entre otras Bulo Bulo (920 millones de dólares), la Planta Separadora de Gas del Gran Chaco (159 millones de dólares) y las denuncias de mega corrupción. La situación de esta empresa capitalista estatal, YPFB, es, pues, crítica a todas luces.