El inminente arribo del eclipse solar total mantiene en vilo a los ciudadanos de Estados Unidos. Los gestores de situaciones de emergencia estiman que habrá déficit de baños portátiles, apagones de celulares y grandes atascos durante este evento, que ocurrirá el 21 de agosto. El eclipse será visible en una franja de 112 kilómetros de ancho que recorrerá el país desde la costa oeste hasta el este.
De acuerdo con ‘Newsweek’, las autoridades estadounidenses están tratando el eclipse como si se tratara del “fin del mundo” y se están realizando preparativos “a nivel de desastre”. Y todo esto es debido a que un gran número de curiosos se trasladará hasta las zonas donde será más visible el fenómeno. Según se cree, hasta 7,4 millones de personas se aglutinarán en la franja donde el sol quedará totalmente bloqueado.