El sindicato de futbolistas profesionales FIFPro pidió ayer a la Comisión Europea (CE) que investigue si los grandes fichajes de jugadores como el brasileño Neymar, traspasado del Barcelona al París Saint-Germain (PSG) por 222 millones de euros, vulneran las normas de competencia de la Unión Europea.
“FIFPro llama a la Comisión Europea a que investigue el flujo de dinero de los traspasos en el territorio de la UE para entender su impacto en el balance competitivo de la región”, declaró el presidente del gremio, Theo van Segglen. Ese sindicato se refiere al fichaje de Neymar por el PSG como el último ejemplo de una escalada inflacionista en el mercado del fútbol, dominado “por un selecto grupo de ricos, principalmente clubes europeos”.
El FIFPro reclama a las autoridades de competencia de la CE que se impliquen en el asunto para impulsar “una reforma del actual sistema de fichajes establecido en 2001 para proteger tanto a los jugadores como a los trabajadores del sector y para preservar los intereses de la competición deportiva. “La enorme riqueza del fútbol está atrapada (...) por unas cuantas ligas y clubes, cuando podría redistribuirse de una manera más eficiente y justa”, sostiene Van Segglen.
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