Enorme rechazo a la Constituyente

Sembrando la muerte y contra viento y marea, la elección de la Constituyente en Venezuela quedó desenmascarada como “fraudulenta” por Smartmatic, empresa administradora de elecciones desde 1904 en el país caribeño. Mientras el Consejo Nacional Electoral enuncia la participación de 5.080.000 electores, Smartmatic afirma: “sin lugar a dudas hubo manipulación”, la cual estima en 1 millón de votos. Para la oposición el número no pasó de 3.5 millones de votantes, al paso que el evento previo convocado por la Mesa de Unidad Democrática sumó de 7 millones, según sostienen. Estas cifras se expresan por sí mismas y no dan lugar a mayores comentarios. La elección del día 30 fue definida como “un terremoto a nivel mundial”.

Violando la convivencia ciudadana, la votación de constituyentes se desarrolló en el ambiente más antidemocrático imaginable, la represión no cesó y por lo menos murieron ese día unas 15 personas en todo el territorio del hermano país. Desde hace 4 meses la población castigada por el hambre y la falta de medicamentos viene exigiendo también elecciones libras y democráticas. Estas movilizaciones cuestan 125 muertes, cientos de heridos y detenidos.

Desde la última elección de la Asamblea Legislativa con una amplia mayoría opositora, el Gobierno intentó invalidar sus actos y recurrió al Tribunal Supremo -tildado de obediente al oficialismo- para cesarla en sus funciones. La presión internacional y la decidida intervención de la Fiscal General, disidente, lograron revertir en parte la invalidación. Entonces fue que el Gobierno convocó a la Constituyente, cuyo primer objetivo es desplazar definitivamente a la Asamblea Legislativa, de intachable origen legítimo.

La Constituyente está revestida de poder ilimitado y se prevé que abarque atribuciones legislativas y ejecutivas. Aprobará una nueva Constitución para la perpetuidad del régimen imperante. A la cabeza fungirá Diosdado Cabello, segundo del Partido Socialista Unido de Venezuela, personaje sobre quien pesan graves denuncias sin excluir el narcotráfico, y de haber amasado una fortuna de varios dígitos. Le seguirá en jerarquía la actual primera dama Cecilia Flores, ex ministros, ex legisladores y acólitos del Gobierno. Un buen porcentaje de constituyentes han sido elegidos por métodos corporativos, por primera vez en América. Otro tanto votado por un poco claro experimento “comunal”.

Todos sus actos pintan a Nicolás Maduro como un verdadero dictador y por esto lo que busca no es la dictadura, sino el uso del poder para satisfacción propia y de sus seguidores inmediatos. Como la resistencia se expresa cada día, continuarán las masacres, el terror y el sojuzgamiento de un pueblo que tardó en reaccionar, pero que todo señala que no retrocederá. La rebeldía del pueblo, igual que un cataclismo, es irreversible.

La Constituyente ha merecido el rechazo más categórico de 40 Estados del mundo, de la ONU y de la Unión Europea (28 naciones). En Sudamérica sólo Ecuador y Bolivia la apoyan y en Centroamérica Nicaragua y El Salvador. No ha trascendido apoyo alguno de Cuba. Es posible que la OEA separe de su seno a Venezuela mientras siga oprimida.

El dictador está demostrando su verdadero rostro y quienes se identifican con él, advierten que la reproducción del poder por similares métodos para sus fines “socialistas” no se detendrá. Como a Maduro, les aterra tener que responder por sus largos años de Gobierno, algunos plagados de enormes responsabilidades.