El crecimiento bajó en los últimos años
• Para esta gestión, el Gobierno proyecta un crecimiento de 4,8%, pero los organismos internacionales, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, lo sitúan en 4% y el Banco Mundial lo deja en 3,7%
El Gobierno asegura estabilidad de la economía nacional, pero los datos que muestran las estadísticas registran números rojos, en especial la balanza comercial así como los intercambios bilaterales, sumado a la baja de Reservas Internacionales.
La economía nacional tuvo dos períodos de crecimiento, uno por encima del promedio del 4% y el otro en 5%. “Desde el 2010, la economía boliviana creció un 5%. Entre los sectores con mayor crecimiento se destacan los servicios financieros, la construcción y la industria manufacturera”, según señala el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
Según información del Instituto Nacional de Estadística (INE), el Producto Interno Bruto (PIB) nominal del país se cifró el año pasado en 33.651 millones de dólares, monto muy superior a los 9.568 millones de dólares registrados en 2005, un año antes del primero de los 3 mandatos consecutivos de Morales.
De acuerdo con una nota de ABI, la tasa de desempleo bajó de 5,4% a 3% y la brecha de desigualdad de ingresos entre el 10% más rico y el 10% más pobre del país se redujo de 128 a 37 veces.
Sin embargo, en 2016 llegó el desempleo a 4%. Los altos ingresos por la venta de materias primas ayudaron al Gobierno a reducir la pobreza extrema, cuya cifra se redujo más de la mitad, de 38,2% a 16,8%, siendo un 9,3% en el área urbana y 33,3% en el sector rural.
CIFRAS
El Producto Interno Bruto (PIB) tuvo su año en 2013, cuando llegó a 6,8% y a partir del 2014 la cifra fue disminuyendo, paralelamente a los precios de las materias primas, en especial del gas, que por el valor menor del petróleo en el mercado internacional, el país recibió menos recursos.
Asimismo, la inflación tuvo su porcentaje alto en 2010, de 7,18%, y en 2013 bajó a 6,48%, y en 2016 llegó a 4%, y al primer semestre de 2017 registró 0,14%, según datos del IBCE en base a las cifras del INE.
Las Reservas Internacionales bajaron de 2015 a 2016, de $us 13.055,9 millones a $us 10.081,0 millones, lo que significa una merma de alrededor de $us 3.000 millones; también las Inversión Extranjera Directa (IDE) sintió los efectos de la economía internacional, y en alguna medida las políticas implementadas por la actual administración, ya que la misma bajó entre 2015 y 2016, de $us 554,6 millones a $us 410,1 millones.
La balanza comercial también registró cifras negativas. En 2015, el dato negativo fue de $us 855 millones, en 2016 alcanzó a $us 1.287 y al primer semestre de la presente gestión $us 645 millones.
En una entrevista con EL DIARIO, el doctor en economía y docente de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), Ernesto Bernal, señaló que la desaceleración de la economía viene de años anteriores.
Y una vez más se demuestra que los precios de las materias primas dieron recursos y crecimiento a la economía nacional. En un foro internacional, Augusto de la Torre, economista del Banco Mundial (BM), reflexionaba al indicar que los precios altos ayudaron a algunas economías.
ESTABILIDAD
La semana pasada, el ministro de Economía, Mario Guillén, estacó la estabilidad de la economía nacional, e informó el reconocimiento por parte de organismos internacionales. Pero la autoridad no tiene certeza de cumplir el proyectado en el presupuesto de la nación, de 4,8%, cifra que abre la posibilidad de un segundo aguinaldo.
Dijo que en los próximos meses, el INE hará conocer oficialmente la cifra del crecimiento a la fecha o al segundo trimestre, cuya cifra brindará certeza a la economía y a los empresarios sobre el beneficio del segundo aguinaldo.
En contacto con los periodistas, Guillén criticó a la gente que busca generar incertidumbre, “hay gente que está apostando a que Bolivia le vaya mal por apetitos personales y políticos. Nosotros estamos con una economía, estable, los indicadores económicos nos muestras que seguimos creciendo”.
REUNIONES
Por otra parte, las reuniones entre Gobierno y empresarios empezaron, aunque retrasadas. El sector privado requiere certeza y seguridad jurídica, así como incentivos para continuar su apoyo a la economía del país a través de la inversión.
A eso se suma la apertura de mercados, con mayor facilidad, aunque existen acuerdos comerciales con bloques económicos y bilaterales que facilitan el comercio, Bolivia todavía no aprovecha al máximo los que tiene.
EMPLEO JOVEN
La ministra de Planificación del Desarrollo, Mariana Prado, y la Cámara de Industria y Comercio (Cainco) de Santa Cruz firmaron la semana pasada un convenio para impulsar el plan de emergencia del Gobierno destinado a generar fuentes de empleo subvencionado por el Estado, para jóvenes de entre 17 a 26 años. El sector empresarial celebra la iniciativa.
El presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, Ronald Nostas, celebró la iniciativa del Gobierno nacional de difusión de incentivos que impulsan el ‘Plan Nacional de Empleos’, que posibilitará al sector privado la creación a corto plazo de más de 15.000 nuevas fuentes de trabajo para jóvenes de entre 17 y 26 años de edad.
De acuerdo con los datos de la Cainco, hasta el 2015 habían 73 mil jóvenes que no tenían opción de trabajo y frente a esta realidad es imposible no hacer nada, según afirmó el presidente de la entidad, Jorge Arias, a tiempo de expresar la disposición del sector a acoger los incentivos del Estado para que los nuevos empleos no sea temporales sino estables.
“La alternativa gubernamental, que se presenta bajo el esquema de un plan de empleo para los jóvenes, nos sitúa ante el desafío de encarar un gran acuerdo social colaborativo que permita la conjunción del Gobierno, las empresas y los beneficiarios de este programa a fin de establecer fórmulas que permita dotar a ellos de empleo digno”, manifestó el presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, Ronald Nostas, tras suscribir un acuerdo con el presidente, Evo Morales.
BASES DEL CRECIMIENTO
El vicepresidente Álvaro García Linera, en conferencia de prensa, la semana pasada, dijo que Bolivia tiene un trípode que sustenta el crecimiento económico, muy difícil de conseguir en cualquier país, que no ha permitido que se resienta con los vaivenes de los precios internacionales de las materias primas, pero que tendrá desde 2021 otro motor: la industrialización.
En una entrevista con la Red Uno, el segundo del Ejecutivo boliviano dijo que una de las claves para ese comportamiento económico es haber sacado de la extrema pobreza a más de un millón seiscientas mil personas y aseguró que hasta 2021 saldrán de esa condición otras 1.600.000 personas al subrayar que “desde entonces tiene que funcionar otro motor, que ya no será tanto el mercado interno”: la industrialización.
“Bolivia tiene un trípode que es por lo general muy difícil de lograr: crecimiento, redistribución e inclusión, por lo general un país crece pero no redistribuye o redistribuye pero no crece, lograr crecer, redistribuir e incluir es casi una fórmula imposible, pero lo hemos logrado en Bolivia, eso nos está permitiendo que, reduce el precio del petróleo cae el precio del mineral, pero el mercado interno sigue dinamizando”, la economía refrendó.
A su juicio, los precios de los hidrocarburos y de los minerales, importantes para el sustento económico, han mejorado, pero insistió en que las exportaciones y la dinámica del mercado interno son los que han “salvado” el modelo económico, además de mayor inversión en vivienda, producción y otros rubros.
Afirmó que hasta 2021 el país debe consolidar otras fuentes de ingreso que permitan seguir creciendo entre el 5 y 6%.
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