Sao Paulo.- Una ola de ataques que comenzó la noche del sábado y se extendió hasta ayer en la ciudad brasileña de Río Branco, capital del norteño y amazónico estado de Acre, fronterizo con Bolivia, provocó cinco personas muertas, 26 detenidos y cuatro autobuses incendiados.
La Secretaría de Seguridad Pública de Acre comunicó este domingo a través de las redes sociales que durante los ataques en las ciudades de Río Branco, Feijó y Basileia se registraron cinco homicidios relacionados a una probable orden que partió del interior de una de las cárceles de la capital regional.
En ese marco, las autoridades trabajan con la hipótesis de que presos ordenaron los ataques después de que se instalaran equipos para bloquear la señal de telefonía móvil en una de las cárceles.
“La situación está debidamente controlada, mediante la acción de las fuerzas de seguridad pública, que están en campo, para prevenir y reprimir las prácticas criminales, además del constante seguimiento realizado por el servicio de inteligencia”, señaló el comunicado. (EFE)