El Batallón de Seguridad Física identifico a dos jóvenes que recorrían la calle 3 de la avenida Franco Valle, portando una mochila. En su interior se encontró 41 botes de thinner para ser comercializados entre los adictos callejeros.
Este grupo de efectivos policiales de reacción inmediata, quienes realizaban vigilancia en las entidades bancarias, de la zona 12 de Octubre, observaron a los dos jóvenes de 16 y 17 años, en actitud sospechosa, razón por la que decidieron interceptarlos.
REVISIÓN
En el momento de la requisa, se evidenció que al interior de la mochila se encontraban 41 botes, los cuales suelen ser vendidos en Bs 10 a jóvenes y sobre todo a la población que se encuentra en situación de calle.
Los detenidos para su defensa, solo dieron a conocer que una personas mayor, fue quien les proporcionó los 41 botes de thinner, para ser vendidos.
La sustancia y los menores, fueron derivados a las oficinas de la Felcn.
“Hemos podido percibir a dos menores, comercializando estos botes de thinner y luego de la detención de acuerdo a una pequeña entrevista que se les ha hecho, ellos dieron a conocer que existe una persona, adulta quien les proporciona este recurso”, explicó uno de los oficiales de la Unidad Física Privada.
QUÍMICO DAÑINO
En el blog de Ciencia y Desarrollo, indica que el thinner es una mezcla de solventes usada en la industria y en el hogar; los daños inducidos por este compuesto en el cerebro y en el sistema nervioso central son ampliamente conocidos; sin embargo, poco se sabe sobre la forma en que afecta.
El thinner, conocido como diluyente o adelgazador de pinturas, es una mezcla de solventes de naturaleza orgánica, derivados del petróleo. Entre las sustancias presentes en el thinner en mayor cantidad están: tolueno, acetona, etanol, butanol y xilenos; muchas de las cuales son conocidas por sus efectos adversos para la salud, ya que pueden causar daño en cerebro, riñones, hígado, pulmones y sangre.
CONSUMO
El consumo de thinner en El Alto, se concentra sobre todo en las calles adyacentes al reloj, donde las personas que se encuentran en condición de calle, son quienes adquieren este tipo de inhalantes, con la finalidad no solo de sentir los efectos del contenido químico, sino, sobre todo, olvidarse del hambre, frío y sed.
Las personas agrupadas para el consumo de esta sustancia, suelen recorrer diferentes calles de mayor comercialización, con la finalidad de lograr obtener recursos, para continuar comprando este producto. Los jóvenes tienen mayor preferencia por este inhalante, quienes suelen iniciarse en el consumo de drogas desde los 13 años, de acuerdo con los datos recolectados por la organización Munasim Kullakita.
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