El último viaje del exsenador

Minutos después de cargar gasolina a una avioneta, el exsenador Roger Pinto sufrió un accidente. La exautoridad se estrelló el sábado pasado mientras fumigaba varias plantaciones, en el sector del Aeroclub de Luziânia, en la región de Goiás, Brasil.

La avioneta cayó, por motivos que todavía se desconocen y quedó destruida y Pinto quedó atrapado entre los hierros de la aeronave y el equipo de rescate demoró para sacarlo de aquel lugar.

Como la avioneta que pilotaba Pinto no explotó había la esperanza de que salvara la vida, minutos después existía la fe de que Roger Pinto saldría de esa situación; sin embargo, el sábado se conoció la penosa noticia de su deceso.

Luego de salir del país en 2013, Roger Pinto estudió pilotaje con la finalidad de tener un medio de subsistencia, para lo cual buscó un trabajo de piloto. “Tenía que tener algún medio de subsistencia, estudió pilotaje y consiguió trabajo, era su medio de vida”, señaló la senadora opositora Jeanine Añez.

Por su parte, la senadora Carmen Eva Gonzales afirmó que ser piloto era su único medio de subsistencia, porque con la persecución política dejó todo atrás. “Una persona que tuvo que dejar todo y tratar de sobrevivir, apoyar a su familia fue difícil”, afirmó.

Pese a los esfuerzos de los médicos brasileños, la humanidad del exsenador pandino no soportó las graves heridas que le dejó el accidente aéreo que sufrió el pasado sábado.

Roger Pinto ingresó en la embajada de Brasil en La Paz en 2012, cuando era senador, alegando persecución política del Gobierno de Evo Morales, y más tarde huyó al país vecino con la ayuda de miembros de esa legación, que le ayudaron a alcanzar la frontera.

El exsenador llegó a la fronteriza ciudad de Corumbá en agosto de 2013 sin que el Gobierno boliviano hubiera expedido el debido salvoconducto de salida.

Este suceso provocó una crisis diplomática entre los dos países que acabó con la renuncia del entonces ministro de Exteriores brasileño, Antonio Patriota, bajo la Presidencia de Dilma Rousseff.

El exsenador boliviano se encontraba refugiado en Brasil desde 2013. En el vecino país trabajaba como piloto de aeronaves pequeñas a fin de garantizar su sobrevivencia económica y la de su familia.