Comuna desvirtúa argumentos de gremiales movilizados

Alcaldía desvirtúa los argumentos de la dirigente gremial Gladys Flores respecto de la vulneración de derechos de los comerciantes minoristas en el acceso a un puesto de venta como fuente de ingresos económicos, las autoridades municipales se ratifican en actos de manipulación con intereses políticos.

El director municipal de Mercados, Kevin Martínez, denunció lo que considera “cinco mentiras”, contra el registro electrónico y voluntario que continuamente esgrime la dirigente gremial.

La primera mentira, se refiere al proceso obligatorio. “Esto es falso, el proceso es totalmente voluntario”, remarcó el munícipe.

La segunda falsedad esgrimida por Flores tiene que ver con el incremento del monto de las patentes. “Mentira, el monto de patentes se mantienen como todos los años”.

La tercera mentira tiene que ver con el registro para nuevos puestos de venta. “Falso, la carnetización respeta las ordenanzas 101 y 102 que fueron elevadas a rango de ley”, precisó.

En cuanto a la cuarta falsedad relacionada a la supuesta relocalización de comerciantes, Martínez explicó que “el proceso resguarda el espacio ocupado y evita los loteamientos de puestos”.

Finalmente identificó la quinta mentira relacionada a que el registro acabará con las patentes. “Se escuchó hablar de la relocalización, eso es un mentira, ¿dónde llevaría a 31 mil personas? (cantidad de gremiales en La Paz) Es totalmente falso e ilógico”, dijo.

En ese contexto, el Director Municipal de Mercados, exigió a la señora Grays Flores, no seguir mintiendo y recordó que este trabajo generará un cambio positivo para La Paz, respetando y garantizando las fuentes de trabajo del sector gremial legalmente constituido.

Desde la semana pasada al menos 1.260 comerciantes legalmente establecidos en vía pública recibieron su carnet que acredita su inscripción en el proceso y se espera que la siguiente semana se sumen otros sectores de Max Paredes y Centro.

Como todos los días, ayer un sector de los gremiales volvió a marchar por calles del centro de la ciudad y se instaló en el atrio del Palacio Consistorial, lo que impidió el trabajo normal en este edificio edil con el consiguiente perjuicio para la gente.