El papel del Parlamento en la era actual

Conviene examinar el papel que cumple el Parlamento boliviano, en la era en que vivimos. Saber, por ejemplo, que dicho organismo trabaja conforme a las previsiones de la ciencia política. Es una observación que puede recordarnos lo que es fundamental.

LO FUNDAMENTAL

El Parlamento debate, he ahí su papel primigenio; razón por la cual, la Sra. Gabriela Montaño, Presidenta de la Cámara de Diputados, “ofreció convocar a una sesión en pleno Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure” (1).

Sin embargo de semejante iniciativa, le resultó más fácil, en fecha 4 de agosto de 2017, aprobar la norma 266 que anula la intangibilidad del Tipnis, manejando “un rodillo partidario” en el que la oposición nada pudo hacer. Consiguientemente, hay una práctica sin igual; o también, dicho de otra manera, hay un gobierno con un partido político mayoritario que no da lugar a aquel debate productivo y necesario. En efecto, nada predispone a cumplir con un papel propio e INDEPENDIENTE, a la Asamblea Nacional de 2017. Todo lo cual, en la hora actual, resulta fuertemente controvertido, no solamente con acciones judiciales, también con el rechazo a las posturas de un Vicepresidente que cree exponer temas tan determinantes, como si nada habría pasado. (Revisar la reacción de universitarios de la carrera de Sociología de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno en Santa Cruz, de fecha 17 de agosto de 2017).

LO QUE NO PARECE INDISPENSABLE

Se tiene que advertir que las bolivianas y los bolivianos quieren un gobierno que haga cumplir la ley, más concretamente, que no se quite la intangibilidad del Tipnis. “Ni soya ni coca, el Tipnis no se toca”, es la voz de mando que deviene principalmente.

No se razona ni se utiliza la cabeza, más si en nombre de la “eficacidad” se pisa y se pasa todo lo que podía ser de otra manera, con un Parlamento numeroso en el momento de tratar textos importantes. Claro está que aquí nada ilegítimo existe, pero hoy con la Ley 266 se sorprende y se inquieta a los juristas. Mientras la Asamblea Nacional y el Ejecutivo dicen superar la burocracia, que es aberrante desde el punto de vista de la teoría de la democracia del populismo, los constitucionalistas bolivianos se expresan de otra manera.

Por todo ello se tiene a personalidades de aquel ruedo numeroso en el espejo retrovisor de la justicia. ¿Ellos podrán ser enjuiciados y echados de sus cargos?... No, no tanto como eso. Pero tampoco y nada está dicho, para que la Asamblea Nacional esté obligada a abrir sus puertas a nuevos entendidos. Lo que resulta una tarea indispensable a cumplir por un Tribunal Constitucional, IMPARCIAL. Así y reorientando las cosas, llegará el momento en que nada es accesorio, superfluo o dispendioso, en el papel verdadero de la llamada Asamblea Nacional.

1.- EL DIARIO: UD pide a Gabriela Montaño convocar a sesión en Tipnis. La Paz, 17 de agosto de 2017. Pág.1.