“Conocer tu cuerpo” y con nombres verídicos

Una de las políticas de prevención esencial para evitar los abusos sexuales, para el proyecto “Previniendo la Violencia y el Abuso Sexual en contra de niños y niñas”, dependiente de la Pastoral Social Cáritas La Paz, consiste en que los menores conozcan su cuerpo, no solo de forma completa, sino identificado con sus “verdaderos nombres”.

En las charlas desarrolladas en los establecimientos escolares, se evidenció que son los padres de familia, quienes colocan sobre nombres a los órganos sexuales de sus hijos, aspecto que genera confusión y posibilidad a no saber cuándo ocurre un acoso o abuso sexual.

“Nombres como pajarito, salchichita, cuatecito, son los nombres que suelen usar para nombrar los órganos sexuales de los varones, que son utilizados por los padres de familia y en el caso de las mujeres, los nombres son: mariposita, osito, sapito, tesorito, aspecto que genera confusión al momento de explicar algún caso de toques impúdicos o violación”, indicó.

RELATO DE UN CASO

En uno de los casos denunciados, la menor que identificaba como osito a sus órganos sexuales, como le enseñó su mamá, ella daba las alerta de estar sufriendo abuso sexual, indicaba que su tío, le pedía tocar su “osito”, jugar con su “osito” y la respuesta de la madre que pensaba que se trataba de su juguete, solo respondía, “ya dale nomas tu osito, jueguen, jueguen”, sin darse cuenta que se trataba de permitir un abuso sexual a la menor.

La despersonalización de los órganos sexuales, de indicar por su nombre “vagina y pene”, debe dejar de ser un tabú o vergüenza, para evitar que los menores sufran algún abuso sexual. Conocer e identificar partes del cuerpo, en el mismo nivel de las manos, pies o cabeza, es también que ellos hablen a la hora de observar conductas no adecuadas por parte de su entorno familiar o de colegio.

BEBIDAS ALCOHÓLICAS

Las formas en que las madres de familia lleguen a prevenir los abusos sexuales, es evitando el consumo de bebidas alcohólicas, no dejar solos por largo tiempo a los hijos e hijas y sobre todo creer a los niños, cuando ellos denuncian toques impúdicos o ser víctima de una violación. Por lo que estamos convencidos de que es la prevención lo que modificarán las conductas y evitar riesgos.

Los “Comunicadores del Buen Trato” desde el 2014 hasta el 2016 y aplicado en la presente gestión, se llegó a cinco unidades educativas con una cantidad de 40 niños, 20 padres de familia y 10 maestros, este proceso se aplicó todos los años hasta este 2017 con 100 personas capacitadas, niños y niñas, todos ellos identificados con un chaleco rojo.

“En total se capacito más de 1.500 personas, entre niños, niñas, padres de familia y maestros, quienes recibieron la información básica de qué hacer, dónde acudir, cuando observan que sus hijos e hijas, están siendo víctimas de toques impúdicos o abuso sexual”, concluyó la responsable del Proyecto, Gabriela Arancibia.