No hay ONU sin Evo

Batiendo palmas, mi corresponsal en el Palacio Real de la plaza Murillo me dijo: “le voy a dar una gran noticia que seguramente nos llenará de alegría a todos los ciudadanos bolivianos, pues acabo de enterarme de que nuestro Presidente Vitalicio asistirá a la inauguración de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, el próximo 19 de septiembre en la ciudad de Nueva York”. Para demostrar mi júbilo di tres volteretas al aire, me despeiné e hice lo mismo con mi discípula periodística y eché mistura en su hermosa cabellera.

Mucho me temía que la situación del país (el conflicto de Achacachi, el del Tipnis, y más el problema de los cocaleros de los Yungas unidos a la inminente elección de magistrados y jueces que decidirán la suerte misma de la rerereelección del presidente Evo Morales) daría como resultado que la Organización de Naciones Unidas suprimiría o postergaría la Asamblea General de este año o el organismo internacional se quedase frustrada sin la presencia de Evo.

Felizmente todas esas circunstancias fueron vencidas por el tesón y la responsabilidad de nuestro primer mandatario. ¿Qué brillo podría tener la reunión internacional sin la participación del líder boliviano, admirado por tantos países de los cinco continentes?

Dominados todos los obstáculos, Evo estará firme a la hora de los discursos, en los cuales se adivina nuestro alegato marítimo, ataque al imperialismo norteamericano y la defensa intransigente de los postulados de los países del ALBA; amén de elogios al venezolano, que cada día está más maduro y casi a punto de convencer al mundo del éxito gubernamental de su régimen.

Conocedores del viaje de Evo en su propio avión, los ministros le hicieron saber al Presidente que ellos también estarían dispuestos a formar parte de su comitiva… que también estará integrada por yatiris, brujos andinos que siempre acompañan al mandatario en sus giras y viajes.

Esto me animó a sugerir a mi comadre Macacha que ella le pida a su ídolo Evo “unos encarguitos”, como acostumbramos los buenos bolivianos. Ella me dijo que le encargaría al Presidente Vitalicio una vestimenta completa para la próxima investidura presidencial, pues se había antojado vestir de guaripolera, cual estilan las animadoras de bandas en eventos deportivos en los Estados Unidos.

Dicho esto sólo nos queda desear al primer mandatario un éxito total, que lo consagraría como el mejor presidente y más hábil futbolista.