Preferencia en carbohidratos y bajo consumo en vegetales

Como una contribución a la literatura boliviana, la escritora holandesa Kim Gajraj presentó anoche, en el auditorio del Museo de Etnografía y Folklore, el libro de su autoría “Comida callejera: Un aporte a la seguridad alimentaria en El Alto”, en el que se destaca la preferencia por el consumo de carbohidratos y un bajo contenido vegetal.

En criterio de la autora, el libro responde a un análisis de la oferta de comida callejera, como contribución a la seguridad alimentaria en Bolivia, ya que según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la seguridad alimentaria existe “cuando todas las personas tienen, en todo momento, acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a los alimentos , a fin de llevar una vida activa y sana”.

En esta línea, Gajraj sustenta su obra en los capítulos, “La comida callejera y seguridad alimentaria”; “Comida callejera y economías populares”; “Desarrollo del estudio”; “Principales hallazgos de la investigación”; “Retos de la comida callejera como aporte a la seguridad alimentaria”.

Destaca en sus conclusiones que los consumidores buscan que los vendedores proporcionen ingredientes de buena calidad, debido a que las comerciantes tienen clientes regulares. Ellas dan importancia a las preferencias de sus clientes para así cautivarlos y mantenerlos.

Por ello –sostiene– es probable que los consumidores puedan influir tanto en mejorar la higiene alimentaria cómo en el valor nutricional de la oferta de la comida callejera. “La comida callejera es una práctica común y extensa en todo el mundo y Bolivia no es una excepción”, destaca.

Para Gajraj, los objetivos que le llevó a elaborar el libro están centrados en: identificar las principales características de la comida callejera en El Alto; determinar en qué medida contribuye al acceso económico y físico a los alimentos por parte de las personas, además de identificar en qué proporción contribuye a la estabilidad de la oferta de alimentos.