En mayo de 2008 se dio inicio al proyecto de litio (Li) y potasio (K) del salar de Uyuni. La Gerencia Nacional de Recursos Evaporíticos (GNRE), a cargo del proyecto, decidió utilizar como método de concentración de las sales de Li y K la evaporación solar, utilizado exitosamente en el salar de Atacama en Chile. Estableció una primera fase de pilotaje que debió estar lista en 2011, para producir mensualmente 40 toneladas (t) de carbonato de litio (Li2CO3) y 1.000 t de cloruro de potasio (KCl) y una segunda fase o industrial para producir anualmente 30.000 t Cali y 700.000 t KCl, que debió empezar a operar a fines de 2014. Los plazos se los fue postergando repetidas veces y hasta ahora ni siquiera se cumplieron los objetivos y producciones del pilotaje (no se conoce datos técnico-económicos como pureza y recuperación de los compuestos de Li y K, costos de producción etc.), pero ya se está construyendo la planta industrial de KCl y pronto se adjudicará la de Li2CO3, cuya calidad del concentrado será responsabilidad de la GNRE.
En diferentes artículos, primero manifesté mis temores y luego mi convicción acerca de que la evaporación solar no es adecuada para producir Li2CO3 y menos con 99,5% de pureza, necesaria para fabricar baterías de litio para celulares, laptops, automóviles etc., por 1) La insuficiente evaporación anual neta (3.188 mm en Atacama que está en un desierto y 1.150 mm en Uyuni, de acuerdo con datos de 2004), que puede ser menor debido a la intensidad de las lluvias que en varios años inundaron el salar y 2) El principal problema de la composición química de una salmuera es la relación Mg/Li, que cuanto más elevada es más nociva porque encarece y dificulta la separación, el procesamiento y la refinación del litio (mientras en Uyuni es 18,6/1 en Atacama es 6,4/1). Las impurezas dificultan siempre todos los procesos de concentración y refinación. En el periódico EL DIARIO (17/06/14) sugerí: “Para evitar mayores gastos (que pueden ser inútiles) en este complicado e incierto proyecto, es urgente evaluarlo de inmediato, para saber el estado real en que se encuentra”. Mis observaciones nunca fueron aclaradas ni mi sugerencia atendida.
El ex Gerente General de la Gerencia Nacional de Recursos Evaporíticos (exGGGNRE) indicó en noviembre de 2009 que técnicos bolivianos patentarían un método para producir Li2CO3, en noviembre de 2011 que jóvenes científicos nacionales desarrollaron un proceso tecnológico propio para la obtención de Li2CO3 y en marzo de 2012 que se tenía solicitadas 8 patentes. En julio de 2013 manifestó que a causa de problemas técnicos y por falta de mercado, el inicio de la producción de litio metálico se postergaba hasta el año 2016 y la de baterías de litio hasta 2020. También dijo que en el caso del Li2CO3, estaríamos entre los tres primeros proveedores mundiales y para el KCl, entre los diez mayores del mundo. El mismo mes el asesor de Comibol José Pimentel dijo: “La explotación de recursos evaporíticos es una nueva industria, actividad para la cual lamentablemente Bolivia no está preparada; no tenemos recursos humanos ni la tecnología para encarar esta tarea. Las transnacionales nos cobran una gran cantidad de recursos económicos por las transferencias tecnológicas o en definitiva no lo quieren hacer”.
Tratando de justificar el retraso, el exGGGNRE en febrero de 2014 declaró que la industrialización del litio estará lista antes del boom mundial de los vehículos eléctricos, que se prevé se produzca en 2020, a contramano de lo que afirman “falsos analistas” que dicen que el país está muy atrasado en este proceso. Sin embargo, por la creciente demanda de baterías de litio para automóviles, su precio empezó a subir fuertemente desde 2016. En junio de 2014 el Ministro de Minería dijo que Bolivia tuvo que construir un conjunto “criollo” de recursos tecnológicos, lo cual generó “un retraso considerable”. En febrero de 2015 el presidente Evo Morales admitió que el país tiene deficiencia de expertos para desarrollar proyectos de explotación e industrialización del litio.
Debido al ascenso de la demanda y del precio del Li2CO3, las inversiones en Chile y Argentina han aumentado rápida y fuertemente y varios proyectos que empezaron después del inicio del proyecto de producción de Li2CO3 en Bolivia ya han arrancado o están más desarrollados, subiendo bastante la producción en ambos países.
Existen dos hechos que demuestran la dificultad de producir Li2CO3 de suficiente pureza y KCl. 1) La proyección inicial de producir anualmente 30.000 t de Li2CO3 y 700.000 t de KCL, se rebajó a la mitad. Se contrató la construcción de una planta industrial para producir 350.000 t de KCl y se contratará la construcción de una planta para producir 15.000 t de Li2CO3. 2) En agosto de 2016 se realizaron dos exportaciones de Li2CO3 a China. Una primera de 9,3 t con grado estándar? y una segunda de 15 t con grado industrial (98%). Se exportó 24,3 t de Li2CO3, que representa menos de la producción mensual de 40 t en escala piloto. Asumiendo que esta producción se inició en 2013, a junio de 2017 debían existir 2.160 t. La pureza del Li2CO3 exportado (98%) está por debajo del grado batería (99,5%), lo que pone en duda la tercera fase de industrialización, (fabricación de baterías), donde recién pueden intervenir empresas extranjeras.
Llama la atención que debido al intolerable retraso del proyecto que costará más de 900 millones de dólares, y cuyas causas fueron identificadas por altos ejecutivos del Gobierno, incluido el Presidente, no se hubiera tomado las medidas correctivas necesarias.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |