La Justicia viene a Bolivia

Como en el Palacio Real de la plaza Murillo se enteran de las cosas más ocultas que suceden en el planeta, aunque se hacen los suecos ante muchos sucesos que pasan en nuestro país, acudí a mi corresponsal para salir de dudas: “¿sabe usted del arribo a Bolivia de algún personaje universal…?”. Respondiendo prestamente la periodista cochabambina, nacida en Quillacollo, sobre la inminente llegada al país de preclaros magistrados que cambiarán la Constitución Política del Estado para que uno de sus más egregios impulsores pueda seguir gobernándonos hasta dentro de 500 años.

Tal acontecimiento despertó mi más vivo entusiasmo, preguntando a mi discípula periodística si oficialmente se estaba preparando para el arribo de tan importante personaje que siempre se está escapando de muchos países sudamericanos, europeos, asiáticos y africanos, a lo cual respondió: “la llegada de la Justicia a estos lares está asegurada, luego de un laborioso esfuerzo en la Asamblea Legislativa, que exigió largas jornadas a los parlamentarios, hasta tener que renunciar a su merecido reposo nocturno”.

¿Por qué importa todo eso?, si dentro de breve tiempo tendremos justos jueces, honrados magistrados, que contribuirán a la felicidad de nuestro pueblo, que no conoce justicia desde su creación hasta los nuevos días que vendrán.

Según mi discípula periodística, sería necesario organizar una comisión de notables, dotados de buenos viáticos, que tengan la misión de asegurar la llegada de la Justicia a nuestros tribunales, donde se ventila millares de juicios para soportar el olor de prevaricatos que hacen la desgracia de gran parte de nuestra gente. El viaje de esta comisión, que asegurará la llegada de los mejores hombres, además implicaría la prolongación de este gobierno hasta que las velas no ardan.

De este dialogo sostenido entre la cholita cochabambina y este viejo paceño salió la conclusión de que nada ni nadie impedirá el arribo a Bolivia de la diosa Themis, acontecimiento que no podemos pasar por alto, por considerarlo trascendental para la felicidad de los ciudadanos de nuestro país.

Tan segura está Macacha de la inminente llegada de la Justicia, que prepara en honor a ella un apthapi servido sobre alfombras persas que serán prestadas por el Ministerio de Hacienda. Ojalá se cumplan los anuncios y podamos mirar cara a cara a esta Justicia tan escurridiza para nosotros, los bolivianos.