Aparece quinto caso de rabia canina en El Alto

El pasado lunes se denunció el quinto caso de rabia canina y el segundo de rabia "muda", en El Alto, al verificar que el animal tenía todas las vacunas, el hecho fue reportado en la zona Mercedario, confirmó a EL DIARIO el director de Zoonosis, Rolando Yujra.

"El último caso de rabia canina fue detectado en la urbanización Mercedario, el pasado lunes, salió el resultado de laboratorio que dio positivo y al día siguiente se realizó el bloqueo del brote, enviando una cuadrilla de vacunadores a la zona y manteniéndose la etapa de observación, además de cierre de foco a otros animales de la zona por el lapso de unos 30 días", explicó Yujra.

CAN VACUNADO

El perro que mordió a una joven, tenía propietario y estaba vacunado, pero es la propietaria del animal quien permitía que su mascota se mantenga, gran parte del tiempo, en la calle, con el riesgo de contraer la enfermedad mediante el contacto con los otros animales callejeros.

Para Zoonosis este caso se convierte en el segundo hecho de "rabia muda", porque la mascota, pese a tener todas las vacunas al día, no presentaba síntomas característicos de la rabia como: Salivación en mayor cantidad, temor a la luz, el agua, fiebre, convulsiones, parálisis, hidrofobia, la mandíbula caída, incapacidad para tragar, cambio en el tono del ladrido, la falta de coordinación muscular, timidez o agresividad insólitas, como se caracteriza, cuando el perro presenta una rabia común.

CARECE DE SÍNTOMAS

Por el contrario en este segundo caso de rabia “muda”, la mascota canina no presenta ningún síntoma, salvo la afección a alguna enfermedad como moquillo, de acuerdo al análisis de laboratorio realizado por Zoonosis, pero dicha infección, no fue tampoco detectada por sus propietarios, hasta que su agresividad se presentó en contra de una transeúnte.

"La rabia muda, que se presenta en perros vacunados, surge por diferentes factores, como una inadecuada manipulación de las vacunas, haber roto la cadena de frío de forma constante o porque los brigadistas en el proceso de vacunación no están aplicando de manera adecuada la vacuna, aspecto que no garantiza el efecto de la dosis al animal", indicó.

El virus de la rabia se identifica como ARN del género Lyssavirus, de la familia Rhabdoviridae. Se transmite a través del intercambio de sangre o saliva de un animal infectado.

FACTORES DE PELIGRO

Para Yujra, un descuido de los brigadistas o la mala manipulación de la vacuna, si bien puede generar riesgos en no proteger al animal contra la rabia, el factor de dejarlo salir a la calle, por parte de los propietarios.

Para el responsable de Zoonosis, si bien laboratorio dio positivo con rabia el caso denunciado por la víctima de mordedura de perro, al momento no se define si el virus es "reservorio o calle", aspecto que aún se analiza.

La unidad de Zoonosis realiza los controles periódicos, no solo por lo casos reportados de rabia, sino en la misma comercialización de estas mascotas que se presentan en la Feria de la zona 16 de Julio. Seis funcionarios en esta repartición, perteneciente al municipio de El Alto, deben realizar los controles en los 14 distritos municipales.

El director de Zoonosis recomienda que toda persona que llega a ser mordida por perro o gato, debe presentar su denuncia y solicitar el análisis de laboratorio, con la finalidad de establecer si la mascota tiene o no rabia.

"Es un llamado a la población, sobre todo a las víctimas de mordedura de algún perro, sea callejero o no, se apersonen a Zoonosis, para realizar el tratamiento correspondiente, porque la rabia en humanos es peligrosa y mortal", recomendó.

MULTA A PROPIETARIOS

A la fecha el municipio registra cerca de 250 personas que pagaron su multa, como consecuencia de mantener a sus perros, en la calle y ser denunciados, luego de que ellos mordieron algún transeúnte.

Luego de la denuncia Zoonosis realiza el control antirrábico, sobre todo de las personas que tienen sus mascotas en la calle, "porque ellas suelen hasta negar a su mascota o aducir que el perro es callejero y que se acostumbró a estar en su puerta porque le brindan comida, pero cuando se realiza una investigación se confirma que el animal tienen dueño", lamentó.

Una segunda conducta de las personas que son denunciadas porque sus perros han mordido a alguien, suelen cerrar sus puertas y no abrir más, con la finalidad de no aceptar su responsabilidad y negarse a ser multados, como establece la norma.