Medellín.- El papa Francisco “iluminó” ayer con su presencia, ejemplo y reflexiones la vida consagrada de los 12.000 religiosos que se concentraron en Medellín para afianzarse como pastores con “olor a oveja” y guiar a sus comunidades hacia la reconciliación.
Junto a las reliquias de la madre Laura, primera santa colombiana, canonizada por el papa Francisco en el inicio de su apostolado, fueron subrayadas las prioridades en la vida consagrada de los religiosos que con júbilo y cantos esperaron por horas el encuentro con su máximo guía para pedirle su “bendición paternal”.
“El Papa es una fuente de inspiración muy grande para mí porque se ha untado de pueblo con su lema de ser pastores con olor a oveja, pastores metidos en el pueblo”, dijo a Efe el sacerdote Jhonny Guarín, de la diócesis Sonsón-Rionegro (Antioquia).