El imparable huracán Irma proseguía ayer avance hacia el territorio continental de Florida (EEUU), donde sus efectos se sintieron por varias horas antes de su llegada en forma de inundaciones, subida del nivel del mar y poderosos vientos.
Hasta el cierre de esta edición habían muerto, al menos, tres personas en Florida a consecuencia de las adversas condiciones climatológicas provocadas por Irma, que en su avance desde los Cayos, en el sur, hasta la península se degradó a categoría 2 y dejó ya sin electricidad a más de 1,5 millones de hogares en el estado.
Antes de llegar a Florida y con categoría 5, el ciclón causó al menos una treintena de muertes y cuantiosos daños materiales a su paso por el Caribe.
Miami, Tampa y Naples, como el resto de ciudades de la zona más meridional del llamado “estado soleado”, parecían ayer ciudades abandonadas por sus habitantes a merced de la fuerza de la naturaleza.
Las tres muertes atribuidas a Irma se produjeron en accidentes de tráfico ocurridos por las malas condiciones climáticas, según las autoridades.