Israel huyó en busca de su madre

De acuerdo con la secretaria de Desarrollo Humano del municipio paceño, Rosmery Acarapi, el niño que vivía en la casucha de un perro en El Alto, de nombre Israel, padece de una enfermedad mental y cree que su madre los abandonó a él y que su hermano menor trabaja en la urbe alteña, razón que lo motivó a huir de la Casa de Acogida donde estaba internado.

La funcionaria edil señaló que Israel escapó en más de una ocasión del hogar que lo cobijó desde 2016, y cree en “su imaginario” que su madre “se gana la vida trabajando de voceadora de minibuses, en la ciudad alteña”.

La noche del martes, Israel fue rescatado por la Defensoría de la Niñez de El Alto de una casa improvisada para perro, ubicada en la avenida Panorámica, donde vivió por más de dos semanas y se alimentaba de la basura, de la caridad de los vecinos y de sus ocasionales ganancias como lavaplatos y voceador.

Al inicio, se manejó la hipótesis de que los padres del adolescente habrían fallecido en un accidente o que eran alcohólicos; sin embargo, Acarapi reveló que ambos padres viven, pero que desde el año pasado desaparecieron y se desentendieron de Israel y su hermano menor de 10 años, que permanece interno en un albergue.

LA FUGA

A decir de Acarapi, el primer albergue que cobijó a Israel fue el Bicentenario de Mallasa, que es de administración municipal. En ese centro estaba junto a su hermano menor, pero según la declaración de la comuna, el adolescente golpeaba al más pequeño y por eso decidieron separarlos. Fue remitido a la casa Eguino, dependiente de la Fundación Alalay.

A decir de Acarapi, el 23 de agosto, cuando Israel decidió fugarse del hogar Eguino, se encontraba jugando a las “luchitas” con otros internos, pero recibió golpes accidentales y decidió escapar.

ALALAY NIEGA MALTRATO

Por otro lado, Claudia Gonzales, directora ejecutiva de Alalay, negó rotundamente que en la casa hogar que acoge a 25 personas, entre menores de 8 y 18 años, se haya maltratado a Israel e incluso aseveró que trabajan con el modelo “puerta abierta”, es decir que los internos pueden entrar y salir cuando lo requieran.

Destacó que muchos de los albergados estudian en colegios, institutos técnicos y universidades para superarse.

“Quiero decirles que en este hogar no hay violencia, no existe ninguna persona que haya hecho algún tipo de violencia con este niño (…). Nuestro modelo de puerta abierta permite que salgan para ir al colegio, institutos o universidades. Nosotros trabajamos con la decisión de cada uno de ellos”, aseguró.

Respecto a la familia de Israel dijo: “Según el informe social, Israel no conoce a su papá, pero si tiene mamá, que está desaparecida y en algún momento consumía alcohol. Creo que hay un tío, pero no quiere hacerse cargo de él”, indicó.

VECINOS

Lucy, una vecina y vendedora del pasaje Jiménez, que está cerca al albergue Eguino, señaló que toda la noche escucha pedidos de auxilio de los menores que están albergados en ese centro.

“Tipo nueve y diez de la noche se escucha hartos gritos de los niños. Unos piden auxilio, otros dicen ‘ya no me pegues’. Sería bien que haya alguna autoridad que verifique todo eso, es una pena oír esos gritos. Cuando preguntamos qué pasa, nos dicen que entre ellos se pelean”, aseveró.

Otro vecino del lugar refirió que en una oportunidad también oyó el llanto de uno de los albergados y que incluso los efectivos del módulo policial Juancito Pinto tuvieron que intervenir.

“El chico lloraba tanto que pedimos a la Policía que intervenga, cuando salió (el uniformado) nos dijo que los llantos eran de un menor que estaba enfermo de la cabeza”, declaró.

La directora de la Fundación Alalay reiteró que en ese hogar no hay ningún tipo de violencia.

INSPECCIÓN

En una inspección que realizó ayer la Secretaría de Desarrollo Social y Comunitario de la Gobernación de La Paz, evidenció que el Hogar de acogida Eguino contaba con medicamentos vencidos, así como mobiliario deteriorado y sucio, por lo que tienen hasta un mes para cambiar estos.

“Hemos encontrado medicamentos vencidos, ambientes con falta de limpieza. Mobiliarios que tienen que renovar, había colchones sucios. Vamos a remitir un informe para que renueven todo en el plazo de un mes”, indicó el responsable de acreditación del Servicio de Gestión Social (Sedeges).

Hidalgo señaló que ese centro de acogida cuenta con el personal adecuado para la atención de los internos; sin embargo, remarcó que dicho hogar debe renovar sus documentos de acreditación para seguir funcionando.

HECHOS

Recordemos que la noche del martes, la Defensoría de la Niñez de El Alto rescató al niño en la avenida Panorámica de la urbe alteña y posteriormente lo derivó al Hogar 24 Horas, dependiente de la Comuna de esa ciudad.

“Corresponde que la Defensoría del municipio de El Alto nos derive el caso, nos traiga al menor a la Línea 156 y con toda la documentación y la valoración psicológica o forense que ya hayan podido realizar, para que nosotros también podamos comunicar a la Juez de la Niñez para que vea si nosotros habilitamos nuestro sistema de protección a través del albergue Bicentenario o se restituya (al niño) al hogar de acogimiento de la Fundación Alalay (donde estuvo internado)”, indicó la funcionaria municipal.