El Estado traduce una disciplina de vida

Se intenta la reelección de autoridades de todos los niveles del Estado, mientras Bolivia ha dicho ¡NO!... Sin embargo, quienes están en el ejercicio del Poder de Estado insisten e intentan por segunda vez habilitar al presidente Juan Evo Morales a las elecciones de 2019, esta vez por intermedio del Tribunal Constitucional. Entonces, conviene plantear la cuestión legítima a saber:

¿QUÉ ES EL ESTADO?

El Estado para nosotros -los bolivianos, las bolivianas- es una forma de organización, mediante la cual la comunidad nacional se unifica y se somete al derecho. Entonces, ¿quién dice que la legislación limita la reelección de los dirigentes ejecutivos? ¿Quiénes consideran que aquellas limitaciones violan el derecho constitucional fundamental de todos los ciudadanos a ser electos?... estas personas no sirven a Bolivia, pueden servir a un partido político o, también a una persona con prácticas desesperadas. No manejan la verdad. Por lo tanto, la aseveración no es correcta, dado que tanto Evo Morales como Felipe Quispe, Rubén Costas, Tuto Quiroga o Juan Perico de los Palotes, se encuentran plenamente habilitados -por la ley- para intervenir en cualquier elección. En esto inclusive uno de ellos ha sido claro y honesto al declarar, con total categoría, que no irá a la repostulación, como también ha sido el caso del mandatario ecuatoriano Rafael Correa, en 2017.

EL CAMBIO ARBITRARIO

Si estamos sometidos al Derecho es porque los bolivianos consideramos que el Derecho sintetiza un conjunto de valores. Somos nosotros, la personalidad humana con todos sus atributos, que nos sometemos a una vocación, esencialmente temporal; al mismo tiempo que vemos en el derecho, el instrumento apropiado a la realización de nuestras aspiraciones o a la solución de nuestros problemas. Entonces, ¿quiénes quieren variar todo esto?

¡De momento quedemos ahí!... aceptando que el sentimiento del Estado procede de la conciencia de una disciplina de vida; dado que ya llegará el momento en que se comprenda que el objeto y finalidad del orden en el Estado es necesario. El Estado no es un poderío material donde se puede hacer elecciones judiciales para “magistrados”; o la torre donde se pueden perpetuar las personas. De esta manera vulgar el Estado no se distinguiría de las formas primitivas de la vida social: la horda, el clan o las tribus.

Entre tanto y para no perder el tiempo, se recomienda a las autoridades asistir el próximo 26 de septiembre al Club Social de Cochabamba, para ver la ópera que enseña salidas elementales ante la crisis actual.