Evo quiere ser cruceño

Al celebrarse hoy el día de Santa Cruz me llamó mi corresponsal en el Palacio Real de la plaza Murillo para que la acompañase a la Expocruz 2017, que se inauguró en días pasados, una oferta que yo no podía despreciar, pues se presentaba la ocasión para visitar esa hermosa ciudad y darle un abrazo a mi amigo Manfredo Kempff Suárez, y conocer de paso a las azafatas que muestran su belleza y sus encantos en los diferentes pabellones donde se exhibe diversos productos… sin dejar de mencionar los adelantos que nos enseñan los esfuerzos de quienes se dedican al mejoramiento de razas vacunas, además de los diferentes alimentos que ahora se producen en el Oriente.

Estando en el avión, como colador, pues la invitada no era otra que mi colega cochabambina nacida en Quillacollo, ella me dijo, refiriéndose a nuestro Presidente Vitalicio, que estaba convencida de que el mandatario Evo quería ser cruceño, pues ya estaba aburrido de que le echaran en cara que había nacido en Orinoca, no estando muy alejada la posibilidad de que trasladase su museo futbolístico a la ciudad de Santa Cruz.

En el fondo -me dijo- Evo sueña con cambiar su nacionalidad altiplánica con la nacionalidad camba, y trasladarse a un lugar de clima tropical, donde podría seguir ejerciendo su liderazgo de cocalero que lo lleva en la sangre.

Como todas esas revelaciones me parecieron insuficientes para justificar el entusiasmo de Evo por una ciudad oriental, mi discípula periodística me proporcionó la cantidad de obras en beneficio de Santa Cruz y que superan en número e importancia a las que realizó en La Paz y otras ciudades del país, produciéndome una envidieja que no pude disimular, pero que tampoco puedo dejar de relevar, pues la Sede de Gobierno y sus provincias se debaten en una gran pobreza y atraso, como puede testimoniar la situación del poblado de Achacachi y los cantones circundantes, que se han visto obligados a recurrir al Mallku, pues Evo parece que sólo piensa en el desarrollo de Santa Cruz y Cochabamba.

A esta altura de nuestra conversación, se me ocurrió ingresar en la Expocruz 2017, donde me extravié, pues no estoy acostumbrado a construcciones gigantescas, llenas de un público hermoso y cordial. Al cabo de algunas horas de andar extraviado, fui rescatado por mi comadre, quien me ordenó no separarme de sus polleras, algo que cumpliré al pie de la letra.

Felicidades, Santa Cruz y felicidades para el nuevo cruceño que nació en Orinoca.