Causas y efectos de la inseguridad ciudadana

No existe necesariamente una relación directa entre un mayor desarrollo humano y la mejoría de la seguridad. Hay países con bajo nivel de desarrollo humano y altísimas tasas de homicidios, o países con menos desarrollo humano y bajas tasas de homicidio, otros con altos niveles de desarrollo humano y altas tasas de homicidios. No se resuelve el problema por lo que se haga en otros campos, sino por lo que también se haga en seguridad. En países con progreso económico muy significativo, aumentaron los delitos de manera exponencial, porque hay más oportunidades para la delincuencia.

En sociedades de baja criminalidad puede existir igual o mayor percepción de inseguridad que en las de alta criminalidad… Es cierto que en una sociedad no todos sufren lo mismo, pero la percepción es otra, porque se alimenta de otras fuentes de inseguridad y el temor a la victimización futura, ya que estamos frente a un trauma que se repite en la memoria de las personas.

Entonces una política pública deberá tomar en cuenta los dos aspectos; que la inseguridad es un problema de todos y, a la vez, un problema de algunos. Es de todos, pues nos afecta socialmente, y de algunos, porque hay gente que la sufre de manera muy particular.

Las causas que provocan estos fenómenos varían por países y espacios locales.

Entre factores sociales, culturales y económicos se puede indicar situaciones de marginación y exclusión, falta de oportunidades para jóvenes, desfase en el acceso a información y beneficios de la vida moderna, familias deterioradas, pérdida de mecanismos tradicionales de identidad y cohesión social, colapso de servicios básicos, experiencias previas de violencia, abuso de alcohol y drogas, y la cultura de la que ley se acata, pero no se cumple.

Factores políticos institucionales son: abundancia de armas de fuego en manos civiles, débil presencia del Estado, importancia de economías informales, impunidad, problemas con la policía (necesidad de eficiencia, confianza, credibilidad), mal funcionamiento del sistema penal y saturación de cárceles y fracaso de la resocialización.

La inseguridad afecta la calidad de vida. Para la población más pobre los efectos son devastadores (perder lo poco que acumularon en años de esfuerzo es un drama humano y uno puede entender por qué la gente tiene la urgencia de que estos problemas sean enfrentados de manera eficiente). También se trastocan las relaciones humanas, porque la inseguridad introduce miedo y sospecha en la vida diaria, el que es diferente comienza a ser considerado sospechoso.

Afecta de manera especial a jóvenes y pobres (el perfil de la víctima o victimario es joven y pobre, de manera abrumadora), dificulta la vida en comunidad, aumenta la desigualdad (el que puede compra seguridad), debilita la confianza en las instituciones, la democracia, la libertad y la ley. Y amenaza a la credibilidad de la democracia por la sensación de que ésta nada puede hacer frente a la inseguridad.

Conocer las medidas de prevención, conservar la calma, informar lo antes posible a los servicios competentes y seguir sus indicaciones son claves para responder con éxito a una situación de emergencia.

RECOMENDACIONES

1. Instruya en su casa sobre el manejo de la información telefónica, no decir para dónde usted salió, a qué hora usted llega, en que vehículo anda y de qué color. (Esto le ayudará a no ser fácil de interceptar).

2. No se llene de pánico cuando lo llamen y le digan que su esposo, su esposa, o su hijo tuvo un accidente, que lo están llamando de emergencias médicas, de la Policía o de un hospital. En este caso usted llame a un pariente antes de tomar alguna acción (ya que esas llamadas las hacen presos desde cárceles del país y le dan a usted un número de teléfono para que usted los llame y les ponga una tarjeta o recarga de montos de dinero para darle más información del accidente. La realidad es que ellos necesitan minutos para seguir operando delictivamente desde la prisión).

3. Si está en un mercado, feria, tienda o supermercado evite caminar chateando, manténgase alerta ante lo que está sucediendo a su alrededor.

4. Evite ir a cajeros ATM en horas y lugares desolados. Evite realizar retiros o depósitos de efectivo en bancos; si tiene que hacerlo procure andar acompañado, si es posible que la transacción se realice en una oficina.

5. Los delincuentes hacen filas en los bancos para notificar cuando un cliente hace un retiro considerable. Si tiene que hacerlo avise a personal de seguridad, para que, por favor, le dé seguimiento, aunque sea visual, hasta que suba a su vehículo.

6. No caiga en la rutina de llegar cada día a la misma hora y por el mismo sitio a su casa o su trabajo. (Una persona impredecible le hace el trabajo más difícil al asaltante).

7. Esté activo en los semáforos y en las congestiones vehiculares, deje espacio prudente por si tiene que cambiar de carril rápidamente (no se tranque usted mismo).

8. Debería crear un código o clave secreta entre los integrantes de su familia, por si surge una verdadera emergencia, solamente familiares la podrán identificar, esto principalmente con los niños, para que nadie pueda recogerlos del colegio o de alguna actividad.

Y nunca olvide que la mejor seguridad se la da usted.