ONGs trabajan en pro del bien común

Es un hecho reconocido en todo el mundo que las Organizaciones No Gubernamentales que trabajan en casi todos los países pobres y subdesarrollados dedican medios financieros y esfuerzos con miras a cubrir necesidades de poblaciones que esperan programas de ayuda para el desarrollo de parte de sus gobiernos y que no siempre, por carencia de medios financieros, pueden cumplir.

Las ONGs son instituciones conformadas al margen de programas gubernamentales que no siempre pueden alcanzar directamente a cubrir necesidades de pueblos subdesarrollados mediante programas de gobierno. Cumplen sus tareas, disponiendo de medios financieros y personal con vocación de servicio y especializado en ayuda social con medios donados por instituciones religiosas y de todo tipo que cuentan con recursos financieros y hasta tecnológicos; lo hacen imbuidos de principios y vocación para vencer altos índices de pobreza; no piden retribución alguna ni compensación de ninguna clase de los países recipendiarios de su labor por todo el trabajo que realizan.

Lo más importante de estas organizaciones es que sus miembros se integran en muchas comunidades, ayudan e imparten educación a los niños, construyen obras de beneficio comunal, atienden con servicios médicos y farmacéuticos. Son instituciones sin fines de lucro porque están consubstanciadas por sentimientos cristianos y morales de alto significado.

En nuestro país, la Unidad Nacional de Instituciones para el Trabajo de Acción Social (Unitas) en la pasada gestión ha beneficiado a dos millones de personas que viven en situación de pobreza. “Durante el desarrollo de su trabajo, conjuntamente las 22 instituciones (ONGs) que conforman la red contribuyeron con 124 millones de bolivianos a través de 155 proyectos de desarrollo, además de haber generado 629 empleos en las instituciones asociadas y en la red Unitas” (Inf. EL DIARIO 30/8/17).

Muchas veces en el pasado, varias autoridades han dudado del trabajo de las ONGs y les han puesto trabas y condiciones para el desempeño de sus labores humanitarias que siempre han cumplido porque esa es la razón de su existencia, situación que, además, está plenamente respaldada por el apoyo y hasta gratitud de quienes han recibido beneficios. En décadas pasadas algunos partidos político-partidistas han tramitado, recibido y logrado administrar en el país a varias ONGs que, al margen de prestar ayuda, también han contribuido a esos partidos, hecho que ha despertado el rechazo del mismo pueblo y surgió el pedido de que dichas instituciones de ayuda no tengan intervención de grupos partidistas.

Respaldar a las ONGs y garantizar su labor humanitaria debería ser labor prioritaria del gobierno y de las mismas instituciones, sean religiosas o sociales, porque el trabajo que realizan es encomiable desde todo punto de vista.