Sumideros taponados generan riesgo en la ciudad

Las últimas lluvias estacionarias registradas en la ciudad de La Paz pusieron al descubierto la falta de limpieza en sumideros y bocas de tormenta, perdiendo de vista que su limpieza es necesaria como medida preventiva para evitar inundaciones. Parte de la responsabilidad de ello serían las vendedoras de comida en vías públicas, porque son causas permanentes de los taponamientos.

Durante un recorrido realizado por EL DIARIO por varias calles y avenidas de la ciudad, se advirtió que gran parte de los sumideros y bocas de tormentas se encuentran taponados con basura, grasas, cartones y otros materiales de arrastre.

 También se comprobó que la proliferación de vendedoras de comida al paso (rellenos, tucumanas y fideos entre otros), por todo el centro de la ciudad complican la situación, porque sus aguas servidas con restos de grasas y comidas depositan a las bocas de tormenta terminando por taponarlas.

Esta situación se observa a los largo de la calle Federico Zuazo, pero también en puertas de las oficinas de la Unidad Operativa de Tránsito (avenida Mariscal Santa Cruz), en proximidades de las universidades y centros de educación en distintos barrios de la ciudad.

MERCADOS Y COMERCIOS

Las condiciones de los sumideros son mucho más preocupantes en inmediaciones de los mercados y áreas de comercio popular. Por ejemplo, en cercanías del Mercado Rodríguez puede advertirse el estancamiento de aguas porque no fluyen a las bocas de tormenta, pues se hallan convertidas en lugares de acopio de basura.

En el cruce de las villas San Antonio y Copacabana la situación es más preocupante aún, las bocas de tormenta están taponadas con bolsas plásticas y algunas tapadas con cartones, porque cerca o al lado expenden productos comestibles.

La falta de atención al sistemas de alcantarillado pluvial y a los drenajes sanitarios, sumados a la falta de buenos hábitos urbanos en el manejo de la basura, por parte de las comerciantes gremialistas, convirtieron este problema en un factor de riesgo para la ciudad.

Entretanto, el alcalde de La Paz, Luis Revilla, anunció que el Plan de Emergencias para la temporada de lluvias que se aproxima estará listo hasta octubre, considerando que esta temporada no comenzó aún y que las precipitaciones caídas en días pasados han sido solamente estacionarias.

16 MIL SUMIDEROS

Según datos de la Secretaría de Infraestructura Pública, en la ciudad de La Paz existen al menos 16 mil sumideros en las esquinas de las vías urbanas, los cuales deben ser limpiados conforme a un cronograma y en coordinación con la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (Epsas). Sin embargo, el recorrido de EL DIARIO y según testimonios de los vecinos, la limpieza de esta infraestructura es esporádica, “casi nula”.

“De nada sirvió la adquisición de un carro efectuado por Epsas (Vacuum -aspiradora) para limpiar los drenaje de aguas servidas de la ciudad de La Paz, especialmente en las laderas, porque los problemas continúan y tenemos que hacer fuertes llamados para que se atiendan las deficiencias, que son por la antigüedad que tienen”, dijo Carol Zavala, vecina de Villa San Antonio.

En ocasión de presentar este equipo técnico, el Interventor de Epsas, Humberto Claure, aseguró que con él se harán acciones preventivas de limpieza de los ductos de las alcantarillas pluviales y sanitarias de la ciudad, para evitar eventuales inundaciones en la época de lluvias, empero solo quedaron en anuncios, pues las bocas de tormenta están taponadas actualmente.

Según el Diagnóstico de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado, elaborado para el Gobierno Municipal de La Paz, las deficiencias en las conexiones de alcantarillado ponen en riesgo 12 áreas y advierte que se deben cambiar entre 11% y 17% de las conexiones de alcantarillado, debido a la antigüedad de las tuberías, que sobrepasan los 30 años.

 De los aproximadamente 4,4 millones de metros lineales de conexiones de alcantarillado sanitario que existen en La Paz, debe renovarse entre 170 mil (8,9%) y 250 mil (12,1%) metros lineales, pues cumplieron ya su vida útil.